Estados Unidos sigue encarándose con China por sus políticas industriales que “inclinan el campo de juego” contra los bienes y servicios importados, así como contra sus proveedores extranjeros.
Una fórmula que Washington buscará conseguir reformar por todos los medios.
Otras “prácticas comerciales injustas” incluyen el trato preferencial a empresas estatales, restricciones sobre datos, una defensa insuficiente de los derechos de propiedad intelectual y contra ciberdelitos, dijo el encargado de negocios de Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio en la primera revisión de las prácticas comerciales de China desde 2018.
“Tampoco podemos ignorar los reportes del uso de trabajo forzado en varios sectores en China”, sostuvo David Bisbee en una aparente referencia a las acusaciones sobre los uigures detenidos en Xinjiang, algo que Pekín niega.
Estados Unidos usará todas las herramientas disponibles para intentar persuadir a China para que haga los cambios necesarios, agregó Bisbee, quien acusó a China de haberse convertido en “la mayor potencia comercial en la OMC, en tanto acentúa un enfoque del comercio por completo estatal en detrimento de los trabajadores y empresas de Estados Unidos y otros países”.
A punto de cumplirse 20 años del ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ese país ha usado esa membresía para erigirse como el mayor exportador global, pero sigue sin desmantelar prácticas comerciales incompatibles con el libre mercado, aseguró Bisbee ante el organismo.
“Los miembros de la OMC esperaban que China desmontara para siempre esas políticas y prácticas, pero esa expectativa no se ha cumplido, ni parece que China tenga intención de cambiar”, destacó.
Según Bisbee, las políticas más controvertidas del régimen comunista son las industriales, que “van mucho más allá de apoyar a las empresas nacionales” y en realidad “distorsionan el terreno de juego en perjuicio de los productos y servicios importados”. Entre esas políticas dañinas según EEUU figuran desde los “fuertes subsidios que causan una grave y persistente sobrecapacidad” a tratamientos preferentes a empresas chinas, restricciones de información, o inadecuada aplicación de las leyes de propiedad intelectual.