Las agencias de Inteligencia de Estados Unidos sabían desde hace meses que el comandante Nidal Malik Hasan, que terminó con la vida de 13 soldados el pasado jueves en Fort Hood, intentó ponerse en contacto con personas relacionadas con Al Qaeda.
Todavía se desconoce si dichas agencias informaron al Ejército de sus averiguaciones acerca del militar, quien ya se encuentra consciente en el hospital y ha comenzado a ser interrogado.
LA CIA NO HACE DECLARACIONES
De momento, la CIA, el FBI, la Oficina Nacional de Inteligencia y la de Seguridad Nacional se han negado a compartir la información clasificada que poseen sobre Hasan con el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, según ha denunciado el legislador republicano Peter Hoekstr:
«Estoy furioso. Se han negado a informarnos de que Hasan intentó ponerse en contacto con Al Qaida»
El portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, se justificó aduciendo que «se trata de una investigación que llevan a cabo otros servicios de seguridad. La CIA no está al frente. Cualquier interpretación de que no queremos compartir información con el Congreso es incorrecta.»
Los investigadores quieren saber si Hasan mantuvo contactos con un líder religioso radical de Virginia, Anwar al Awlaki, que ahora vive en Yemen, donde dirige una página web que ensalza la jihad alrededor del mundo en contra de Estados Unidos.
SOLICITARÁN UNA INVESTIGACIÓN
El legislador independiente Joe Lieberman ha anunciado que solicitará una investigación para determinar si el Ejército pasó por alto que Hasan fuese un extremista:
«Si ofreció seañales diciendo a la gente que se había convertido en un extremista, el Ejército de Estados Unidos tendría que haber tenido tolerancia cero»
De esta forma, Lieberman se refirió a las denuncias de los compañeros del comandante a sus superiores sobre que se consideraba primero musulmán y después estadounidense. (Agencias)