Una de las grandes estrategias de los demócratas es conseguir una mayor participación, su gran baza en la elección de Obama en 2008
Dos años después de ganar las elecciones, Bill Clinton sufrió el mayor varapalo electoral para el partido demócrata en 40 años. Perdió el control de la Cámara de Representantes (equivalente al Congreso en España) y el Senado debido a su fallida reforma sanitaria y sus malas medidas económicas.
Obama parece encontrarse ante el mismo problema. Sus dos primeros años en el poder se han saldado con un drástico descenso de su popularidad.
Aprobar la reforma sanitaria ha tenido un coste político muy alto, pero lo que más le está haciendo daño es el paro. El último dato muestra un 9,6% de parados frente al 6,10% de hace dos años.
Y todo ello, pese a una reforma fiscal y una inversión pública de 787 mil millones de dólares aprobada en febrero. Ahora demócratas afirman que tenía que haber sido más alta, mientras republicanos la cuestionan por completo.
PANORAMA ANTE LAS ELECCIONES DEL 2 DE NOVIEMBRE
De un modo u otro, en menos de dos meses habrá elecciones legislativas en Estados Unidos. Para muchos, un examen a la gestión de la actual administración.
Están en juego:
- Los 435 escaños de la Cámara de Representantes (se eligen de forma proporcional a la población cada 2 años, los estados más grandes son los más importantes)
- 37 escaños de 100 en el Senado (cada estado tiene dos escaños, los senadores tienen un mandato de 6 años y la cámara se renueva cada 2 años). Un escaño adicional será elegido el 19 de enero en Massachusetts.
- 37 estados eligen gobernador.
Las encuestas muestran una clara tendencia: los demócratas pierden en todos los terrenos, pero su margen de pérdida quizá les permita mantener el control de ambas cámaras.
Obtener una mayoría será más difícil en la Cámara de Representantes. Según los datos que muestra The New York Times en House Race Ratings, cada partido tiene 168 escaños asegurados y 99 están en juego, con 33 de ellos especialmente disputados.
Real Clear Politics muestra datos algo diferentes en Battle for the House dónde da 142 escaños seguros para los demócratas y otros 163 para los republicanos. Aunque en global dice que la situación sería 193 demócratas, 205 republicanos. La mayoría está en 218 y estarían en juego 37 asientos.
¿QUÉ PUEDE IMPEDIR A LOS REPUBLICANOS TOMAR EL CONTROL DEL CONGRESO?
Dos factores.
Los demócratas aprendieron de la experiencia de 1994 cuando sufrieron una dura derrota con Clinton a la cabeza. Ahora están mejor organizados y haciendo un enorme esfuerzo para recuperar su gran baza: la alta participación.
El segundo problema para los republicanos es el Tea Party. El ala más conservador de la derecha liderado por Sarah Palin y Glen Beck. Están consiguiendo colocar a algunos de sus candidatos por delante de republicanos más moderados y eso les podría costar escaños como el de Delaware, según cuenta The New York Times en After Volatile Primary Season, G.O.P. Faces New Test.
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