La conferencia del TNP da un nuevo impulso al desarme tras años de disgustos

La conferencia del TNP da un nuevo impulso al desarme tras años de disgustos
. Agencia EFE

La conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) concluyó hoy con un acuerdo que impulsa el desarme nuclear tras años de estancamiento e intensifica el escrutinio sobre el supuesto arsenal nuclear de Israel.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, celebró el «resultado exitoso» de este foro de desarme del organismo, al haber conseguido evitar una repetición del fracaso de la conferencia de 1995, que concluyó sin un documento final consensuado.

«Un firme espíritu de compromiso y cooperación ha logrado un acuerdo significativo para construir un mundo más seguro y protegido», afirmó Ban en una declaración escrita.

El documento final de 28 páginas y adoptado por consenso por los 189 signatarios del tratado compromete a las cinco potencias nucleares (China, Rusia, EE.UU., Francia y Reino Unido) a «acelerar» la reducción de sus arsenales y disminuir la importancia de estas armas estratégicas en sus doctrinas militares.

Además, les insta a informar de los pasos que han adoptado en estas dos materias para 2014, antes de la próxima conferencia de revisión, que se celebra cada cinco años.

El texto también refuerza la autoridad del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) e insiste en el obligatorio cumplimiento de los compromisos del tratado.

En su apartado más polémico y a petición de los países árabes, insta a Israel a sumarse al TNP y convoca una conferencia para 2012 con vistas a crear una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio.

Israel, que nunca ha confirmado ni desmentido que tenga un arsenal nuclear, no es un país signatario del TNP, como tampoco lo son potencias nucleares sí declaradas como Pakistán e India, mientras que Corea del Norte lo abandonó en 2003.

La mención de Israel en el documento es visto como una victoria de los países árabes, que lograron vencer la oposición de Estados Unidos a que se señale en particular a su principal aliado en la región.

«La reafirmación por parte de la Conferencia de la importancia de que Israel entre al tratado y se sitúen sus instalaciones nucleares bajo la supervisión del OIEA confirma la determinación de los signatarios» en un Oriente Medio sin armas nucleares», dijo el embajador de Egipto, Maged Abdelaziz.

La representante de EE.UU., Ellen Tauscher, también expresó el apoyo de Washington a la celebración de conferencia sobre Oriente Medio, un cambio de posición respecto a la anterior administración del presidente George W. Bush.

Al mismo tiempo, advirtió de que las posibilidades de celebrar con éxito una reunión de esta naturaleza «se ha puesto seriamente en peligro porque se señala a Israel en la sección de Oriente Medio, un hecho que Estados Unidos lamenta profundamente».

Tauscher también destacó en su intervención que el resultado de esta conferencia «promueve la visión» expresada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, en el discurso que pronunció hace un año en Praga, en que abogó por la eliminación de las armas nucleares.

La delegada estadounidense lamentó que Irán no aprovechara esta oportunidad para disipar las dudas sobre la naturaleza de su programa nuclear, que algunos países occidentales sospechan oculta aspiraciones militares.

De hecho, el documento final no menciona el caso iraní, pese a que Teherán se le ha declarado en incumplimiento de sus obligaciones bajo el tratado por su reticencia a las inspecciones del OIEA.

Numerosas delegaciones atribuyeron la conclusión con relativo éxito de esta edición de la conferencia al ambiente propicio creado por la nueva posición de Washington en el campo del desarme, frente a la postura reticente de la delegación estadounidense hace cinco años.

«Nos complace que las potencias nucleares hayan reafirmado su compromiso a desarmarse, pero muchas de las actuaciones en el documento final suenan más a aspiraciones que a compromisos firmes», dijo el portavoz de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Tim Wright.

Asimismo, lamentó que se resistieran los intentos de establecer puntos de referencias y plazos concretos para guiar el proceso de desarme, como habían propuesta los países sin armas nucleares.

El TNP, que entró en vigor en 1970, compromete a los países firmantes a usar sólo con fines pacíficos su potencial nuclear, mientras que garantiza que las cinco potencias atómicas oficiales reducirán de forma gradual sus arsenales nucleares hasta eliminarlos.

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