La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos ha mantenido contactos con el Gobierno cubano para interesarse por el estado de salud del disidente Guillermo Fariñas, que se encuentra en huelga de hambre desde hace más de 130 días.
El portavoz de esta oficina de la ONU, Rupert Colville, rehusó comentar la huelga de hambre desde el punto de vista de los derechos humanos por tratarse de una decisión personal.
Sin embargo, destacó que «las cuestiones subyacentes que Fariñas está tratando de destacar son una preocupación y se lo hemos planteado al Gobierno cubano y lo seguiremos haciendo».
A este respecto, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos ha puesto encima de la mesa en sus contactos con el Gobierno de Raúl Castro cuestiones relacionada con la libertad de expresión y de reunión, y el derecho de asociación.
Por último, Colville deseó que la huelga de hambre de Fariñas no concluya de forma trágica, como ocurrió con el disidente Orlando Zapata, quien falleció el pasado mes de febrero.
