El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que es «esencial» que el Senado estadounidense apruebe mañana la extensión de las ayudas al desempleo, por lo que reclamó a los senadores republicanos, que se han opuesto ya en varias ocasiones a la medida, que no obstruyan la aprobación de «una ayuda clave para millones de estadounidenses».
En una comparecencia en la Casa Blanca ante los medios junto a tres desempleados, Obama subrayó que ofrecer apoyo a los desempleados se ha convertido en una «tradición» tanto con presidentes demócratas como republicanos y recordó que durante el mandato de su predecesor en el cargo, George W. Bush, los senadores republicanos aprobaron en varias ocasiones extender las prestaciones. «Pero ahora, estos beneficios están en peligro», remarcó.
A este respecto, recordó que en las últimas semanas una mayoría de senadores ha intentado en tres ocasiones ampliar esta ayuda, pero en todas ellas una «minoría partidista en el Senado ha usado maniobras parlamentarias para bloquear la votación, negando a millones de personas sin trabajo una ayuda que necesitan».
Así, Obama aseguró que esta actitud refleja una «falta de fe» en el pueblo estadounidense por parte de los senadores que se oponen a la ampliación, porque estos desempleados «no están buscando limosna», sino que quieren «desesperadamente» un trabajo.
«Mañana tenemos otra oportunidad para ofrecerles esta ayuda (…) y espero que podamos aprovecharla. Es hora de dejar de tener a los trabajadores como rehenes de la política de Washington. Es hora de hacer lo correcto, no para las próximas elecciones, sino para la clase media», insistió.
En este sentido, reconoció que aún se viven «tiempos difíciles», pero que se avanza en la dirección correcta. Asimismo, incidió en que, aunque esté próximo un periodo electoral, hay veces en las que «hay que dejar las elecciones a un lado, y ésta es una de ellas».
El presidente estadounidense también reconoció que queda «mucho trabajo por hacer» para asegurar la salida de la crisis económica y recalcó que, además de trabajar para impulsar el crecimiento del empleo en el sector privado y para incentivar a las empresas a contratar, el país también tiene que ofrecer «apoyo de emergencia a aquellas personas que lo necesitan desesperadamente, quienes han sido despedidos durante la recesión».
«Es necesario aprobarlo por todos los estadounidenses que no han sido capaces de encontrar un trabajo en una economía en la que hay cinco candidatos por cada puesto de trabajo que surge, que necesitan ayuda de emergencia para poder pagar el alquiler y cubrir sus necesidades básicas y poner comida en la mesa mientras están buscando otro trabajo», afirmó.
