El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó hoy una ley de ayuda para las pequeñas y medianas empresas, con un fondo de 30.000 millones de dólares.
En una ceremonia en la Casa Blanca, Obama recordó que las empresas de pequeño y mediano tamaño crean la mayor parte de los nuevos empleos en EE.UU. pero son las que se han visto más perjudicadas por la recesión.
La Cámara de Representantes aprobó la ley la semana pasada por 237 votos a favor y 187 en contra, y una semana antes también lo hizo el Senado.
La ley establece un fondo de 30.000 millones de dólares para incentivar la actividad de las pequeñas empresas y la creación de puestos de trabajo.
Los 30.000 millones se distribuirán a través de bancos de pequeño tamaño, con activos de menos de 10.000 millones de dólares.
La ley, asimismo, proporciona desgravaciones fiscales por importe de unos 12.000 millones de dólares a las pequeñas empresas, que podrán descontar más rápidamente de sus impuestos la depreciación de los equipos que adquieran.
La aprobación de esta ley estuvo bloqueada durante meses por la minoría republicana, que objetaba que no había suficientes recursos para estos programas de ayuda.