Un tiroteo en el estado de Arizona conmociona a Estados Unidos

Un tiroteo en el estado de Arizona conmociona a Estados Unidos
. EFE/Archivo

El tiroteo que tuvo lugar hoy en Tucson (Arizona) contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords y más de una docena de personas y que se ha saldado con al menos cinco muertos entre ellos una niña y un juez ha conmocionado a EE.UU..

Giffords permanece en estado crítico en un hospital de Tucson, donde fue intervenida por un equipo de neurocirujanos a raíz de un tiro que le atravesó el cerebro. Pese a la gravedad, los médicos que la atienden dijeron estar «muy optimistas» con su evolución.

Varios medios estadounidenses, entre ellos la Radio Pública Nacional (NPR) y la cadena de televisión CNN, informaron en un primer momento que había muerto, lo que originó una gran confusión.

Vecinos de Tucson mantienen esta noche una vigilia con velas frente al hospital University Medical Center en el que Giffords lucha por su vida.

Los medios estadounidenses han identificado a Jared Lee Loughner, un hombre de 22 años, como el sospechoso de la matanza.

Giffords participaba esta mañana en un acto con votantes frente a una tienda en Arizona, el estado al que representa en la Cámara baja de Estados Unidos desde enero de 2007, cuando recibió un impacto de bala en la cabeza desde una distancia de poco más de un metro.

Testigos indicaron que el pistolero disparó unos 20 tiros lo que provocó el pánico y la estampida de los asistentes al acto con Giffords, de 40 años y casada con el astronauta Mark Kelly.

Fuentes del hospital University Medical Center confirmaron que una niña de nueve años murió a raíz del incidente. El juez federal John Roll también perdió la vida durante el tiroteo.

Peter Rhee uno de los doctores del centro hospitalario señaló en una rueda de prensa televisada desde Tucson que cinco pacientes permanecen en estado crítico, incluida Giffords. Otros cinco han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, condenó hoy duramente el incidente al igual que lo hicieron los líderes de ambos partidos en el Congreso.

«Esta mañana en una tragedia atroz varios estadounidenses sufrieron disparos en Tucson, Arizona», dijo Obama en un comunicado en el que señaló que «un acto de violencia tan sin sentido y terrible no tiene lugar en una sociedad libre».

El presidente compareció horas después ante las cámaras en la Casa Blanca donde informó de la muerte de al menos cinco personas y desde donde prometió llegar hasta el fondo de lo ocurrido.

Obama dijo además que el director del FBI, Robert Mueller, dirigirá la investigación sobre el terreno en Tucson.

«Todavía no sabemos lo que provocó este acto atroz», afirmó.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi condenaron también lo sucedido.

«Estoy horrorizado por el ataque sin sentido contra la congresista Gabrielle Giffords y miembros de su equipo», afirmó el presidente de la Cámara de Representantes.

Pelosi, por su parte, calificó el tiroteo de «un acto terrible de violencia» y una «tragedia nacional».

Desde Arizona, la gobernadora del estado, Jan Brewer, aseguró tener el «corazón roto» y calificó lo ocurrido como «una tragedia increíble», en línea con lo señalado por el senador republicano por Arizona John McCain, de visita oficial en Colombia.

«Estoy profundamente apenado y conmocionado por la tragedia que ha golpeado mi estado», indicó McCain en un comunicado.

El diario The Washington Post aseguró que esta no es la primera vez que alguien acude armado a un acto con Giffords.

El periódico recordó que un manifestante acudió en agosto armado a un acto celebrado en Douglas, Arizona. La policía recibió una alerta después de que la pistola que portaba cayese al suelo.

La Policía del Capitolio estadounidense, encargada de garantizar la seguridad de los legisladores, señaló hoy en un comunicado que ha pedido a los congresistas que adopten «medidas razonables y prudentes sobre su seguridad».

Giffords, que fue reelegida en noviembre para un tercer mandato en el Congreso, es una defensora de la reforma migratoria, la investigación con células madre y las energías renovables.

La congresista ha servido en el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, así como en los de Ciencia y Tecnología.

Antes de llegar a Washington sirvió cinco años, de 2000 a 2005, en la asamblea legislativa de Arizona.

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