Obama reconoce que EEUU no puede regular el flujo de armas que llegan a los narcotraficantes en México

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reconocido este jueves que para su Gobierno no es posible regular el flujo ilegal de armas que muchas veces llegan a los cárteles de la droga en México, por lo que ha sugerido a su par mexicano, Felipe Calderón, establecer estrategias conjuntas para frenar este mercado ilícito que contribuye a la ola de violencia que se ha desatado en la frontera común.

La violencia del narcotráfico es uno de los temas que ha dominado la cumbre entre Obama y Calderón que ha tenido lugar este jueves en la Casa Blanca, apenas unos días después de que un agente de aduanas norteamericano fuese asesinado por presuntos sicarios en territorio mexicano. Este hecho ha despertado nuevamente la polémica sobre la procedencia del material bélico que utiliza el crimen organizado.

«No podemos regular las armas y su recorrido hacia México», ha aseverado Obama en una rueda de prensa conjunta con Calderón tras un encuentro privado. «Creo que podemos tener una estrategia de fomentar la regulación de las leyes de tránsito hasta México con base en nuestra Constitución», ha sugerido, al señalar que la base legal podría ser la Segunda Enmienda a la Constitución estadounidense.

«Tenemos que hacer algo para las armas y dinero que va de norte a sur, así que hemos vigilado las transferencias de los cárteles y estamos poniendo más recursos en este punto», ha insistido.

El mandatario norteamericano ha afirmado que están trabajando para diseñar «mecanismos más efectivos para prevenir que se compren cantidades de armas y que se transporten a México», pues ha asegurado que han percibido «un incremento de armas confiscadas». «Hemos puesto más personas tras las rejas, pero reconocemos que no es suficiente, que tenemos que hacer más», ha expresado.

En este contexto, Obama ha reconocido que la situación en México es también una asunto que compete a Washington, no solo en el sentido de seguridad sino también político. «Somos muy conscientes de que la batalla, la lucha de Calderón, no solamente es su batalla, sino también es nuestra», ha indicado.

El tráfico de armas y estupefacientes, además de la creciente violencia por parte de los cárteles en México, han sido una gran preocupación para ambos países. Según cifras oficiales, más de 34.600 personas han sido ejecutadas en los últimos cuatro años en México en hechos vinculados con el narcotráfico, que mantiene una encarnizada guerra por la ruta de la droga que se vende en Estados Unidos, principal consumidor de cocaína del mundo.

Calderón, por su parte, ha abogado por lograr una política consensuada que sea «específica y mucho más audaz» sobre el tráfico de armas y en «muchos otros temas», al tiempo que ha hecho un llamamiento para analizar esta situación «con una mente abierta y buscar soluciones mucho más creativas».

AGENTE ASESINADO

Sobre el asesinato del funcionario norteamericano, Calderón ha anunciado que revisará con el Congreso mexicano las alternativas viables para reforzar la seguridad de los agentes extranjeros, pero ha dejado claro que no impondrá estrategias que vayan contra la legislación actual.

De esta manera, ha dejado ver su rechazo a la posibilidad de que los agentes norteamericanos porten armas dentro de territorio mexicano, idea que ha cogido mucha fuerza tras el polémico atentado ocurrido a mediados de febrero.

«Cuando digo alternativas, creo que tenemos que decir todas las alternativas que la ley o la Constitución permita» que van «desde mecanismos de protección especial, delimitación clara de las áreas de las cuales podemos colaborar», ha enfatizado.

Los agentes de Inmigración y Aduanas Jaime Zapata y Victor Avila conducían de vuelta a Ciudad de México desde San Luis Potosí en un vehículo blindado cuando fueron atacados a plena luz del día en una autopista. Zapata murió y Avila sufrió heridas en su pierna a causa de los disparos.

ACUERDO CAMIONERO

Uno de los logros más importantes de este encuentro entre Obama y Calderón ha sido el tan esperado acuerdo para resolver la disputa camionera, uno de los temas que ha enturbiado las relaciones de estos dos países vecinos.

Obama ha informado de que ya existe un «camino claro» para resolver la disputa del llamado transporte transfronterizo, que data desde 1994 cuando México y Washington firmaron el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).

Desde que se rubricó ese acuerdo, Estados Unidos ha negado el acceso a los camiones mexicanos por su preocupación de que no cumplieran las medidas de seguridad y las normas ambientales que establecidas por ese país.

A este respecto, Calderón ha anunciado que han «llegado a un acuerdo» con el que México se compromete a suspender por etapas los aranceles que había impuesto ante el incumplimiento por parte de Washington del TLCAN. «Es un gran resultado de esta reunión», ha destacado.

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