El 79% está a favor de derrocar a Gadafi
WASHINGTON, 24 (Reuters/EP)
El 60 por ciento de los estadounidenses apoya la intervención de la coalición en Libia, mientras que un 79 por ciento está a favor de expulsar a Muamar Gadafi del poder, según revela una encuesta encargada por Reuters a Ipsos Poll.
De este 60 por ciento, un 20 por ciento respalda firmemente la misión libia y un 40 por ciento la apoya solo en parte. En cambio, un 14 por ciento se muestra totalmente en contra y un 25 por ciento manifiesta su rechazo parcial.
En lo que se refiere a Gadafi, el 79 por ciento de los estadounidenses cree que el objetivo de la intervención debería ser su expulsión, tras 42 años de ejercicio. En el caso de que los bombardeos aéreos no fueran suficientes para ello, solo el 7 por ciento aprueba el despliegue de efectivos terrestres, el 20 por ciento de fuerzas especiales y el 25 por ciento de cascos azules.
«Todo el mundo cree que Gadafi debe irse, pero no hay ninguna tolerancia a la idea de enviar tropas», dijo la directora de Asuntos Públicos de Ipsos, Julia Clark, quien explicó que este rechazo nace de la experiencia en Irak y Afganistán. «La idea de entrar en un tercer conflicto tiene muy, muy poco apoyo», subrayó.
OBAMA, «CAUTO Y CONSULTIVO»
Interrogados sobre el tipo de liderazgo que está ejerciendo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la crisis libia, el 48 por ciento considera que es «cauto y consultivo», el 36 por ciento lo define como «indeciso y vacilante» y el 17 por ciento como «fuerte y decisivo».
Diferenciados por colores políticos, el 63 por ciento de los demócratas, se decanta por la opción de «cauto y consultivo», mientras que el 64 por ciento de los republicanos, cree que es «indeciso y vacilante».
En opinión de Clark, estos datos indican que los estadounidenses perciben una imagen más positiva de Obama que de su predecesor, George W. Bush, quien inició las misiones en Irak y Afganistán. «Esto muestra una distinción en las mentes de los americanos», señaló.
La encuesta se realizó el martes 22 de marzo, tres días después de que la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, bombardeara Libia, entre 975 adultos.
