Algunos medios de comunicación franceses apuntan a Sarkozy como el responsable de la campaña de desprestigio de Strauss-Kahn
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, que fue detenido este sábado 14 de mayo de 2011 en Nueva York por ‘asaltar sexualmente’ a una camarera de hotel ha autorizado que los médicos le realicen un examen corporal, lo que ha provocado que su comparecencia ante el juez se posponga hasta el lunes, según ha informado William Taylor, uno de sus abogados defensores.
«Nuestro cliente ha consentido voluntariamente que se le realice un examen científico y forense esta noche. A petición del Gobierno y a la luz de la hora, hemos acordado posponer la comparecencia hasta mañana por la mañana», ha explicado el letrado, en las afueras de la Corte Criminal de Manhattan.
Interrogado sobre el estado de Strauss-Kahn, Taylor ha indicado que se encuentra «cansado pero bien», a pesar de que ha sido detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York cuando se disponía a volar hacia París, acusado de intentar violar a una de las empleadas del hotel donde estaba alojado.
La mujer del político socialista francés, la periodista de televisión Anne Sinclai, ha asegurado en varios medios de comunicación como el diario Le Parisien que su marido es innocente y víctima de una campaña de desprestigio. Aunque no es la primera vez que se acusa a Strauss-Kahn de mujeriego. De hecho, el director del FMI reconoció públicamente en 2008 haber cometido «un error de juicio» por haber mantenido una relación con una de sus empleadas del FMI.
UN PORSCHE, OTRO DE SUS ESCÁNDALOS
Desde hace meses se ve a Dominique Strauss-Kahn como el candidato socialista perfecto para hacer frente al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en las próximas elecciones.
Un deseo o intención de Strauss-Kahn que tras su detención ha despertado el rumor o sospecha de si está Sarkozy detrás de los escándalos de su rival.
Su debilidad por una vida lujosa, de excesos y ostentosa le ha dado más de un disgusto. Durante las vacaciones de Semana Santa, unas fotos del director del FMI viajando en un Porsche modelo Panamera de más de 180.000 euros junto a su mujer por las calle de París desataron la ira de sus rivales y abrieron las puertas de las críticas por parte de políticos y medios de comunicación.
Aunque el coche no era suyo sino de su consejero de comunicación en la campaña socialista y amigo íntimo, Ramzi Khiroun, que también estaba junto a él en el momento de la instantánea, el escándalo ya estaba en boca de la prensa internacional que se preguntaban cómo «un socialista puede viajar en Porsche» o cómo «un hombre de izquierda podría subirse a un modelo de tal lujo, en plena crisis mundial».
Haya o no campaña de desprestigio contra Dominique Strauss-Kahn, lo cierto es que su popularidad ha caído en picado. Después de este escándalo sexual al que es director de FMI desde 2007 le depara un futuro incierto tanto en la institución como en las primarias socialistas. Según una encuesta de Le Nouvel Observateur publicada días antes de su arresto, los franceses ya se mostraban escépticos y divididos con sus deseo de entrar en la campaña presidencial. Para el 43%, Strauss-Kahn «deberá renunciar al FMI para mostrar su interés por la presidencial» y el 46% comprendía «que él demore» su decisión.