La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, instó este lunes al Gobierno sirio a «respetar a los civiles» y a «contenerse en el uso de la fuerza contra manifestantes políticos» y denunció que alrededor de 1.200 personas han muerto y 10.000 han huido del país a causa de la violencia política.
«Es importante que conozcamos con exactitud lo que está sucediendo en Siria para que podamos suministrar ayuda en caso de que se requiera», afirmó Amos en un comunicado. «Espero que el Gobierno de Siria permita una evaluación independiente», agregó.
Según la responsable humanitaria de la ONU, desde que comenzaron las protestas antigubernamentales y la represión por parte de las autoridades, a mediados de marzo, han muerto alrededor de 1.200 personas y 10.000 se han visto obligadas a huir del país.
«Quiero elogiar a los países vecinos por mantener abiertas sus fronteras, así como apreciar la ayuda que han dado», prosiguió. «Quiero subrayar que Naciones Unidas está dispuesta a ayudar en ello de la forma que sea necesaria, particularmente a la luz del reciente incremento del número de refugiados», concluyó.
