En su primera noche como hombre libre tras el estallido del escándalo, fue a cenar a Scalinatella, un restaurante del Upper East Side neoyorquino
El caso contra Dominique Strauss-Kahn se desmorona. Las contradicciones y falsedades de la mujer que lo denunció por agresión sexual e intento de violación en un hotel de Nueva York hicieron que el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) quedara este 1 de julio de 2011 en libertad.
El giro sorprendente tomado por este caso puede acabar convirtiéndose en uno de los mayores fiascos de la justicia norteamericana en toda su historia, pero todas las partes tienen todavía cartas por jugar y trabajo por hacer antes de que este asunto quede archivado.
El próximo día 18 de julio de 2011, el exdirector del FMI regresará ante el juez, porque las autoridades estadounidenses han decidido seguir reteniendo su pasaporte y la camarera y su ‘equipo‘ mantienen la acusación de violación.
LA SONRISA DE DSK
En cualquier caso, Strauss-Kahn, de 62 años, ha podido sonreír por primera vez e irse a cenar tan campante a un restaurante de lujo de Nueva York. No le faltan motivos para la satisfacción despues de casi dos meses de calvario.
La acusación contra él parece diluirse después de que la fiscalía de Nueva York encontrase razones suficientes como para poner en duda la credibilidad de la presunta víctima.
Ésta, la joven guineana Mafissatou Diallo, mintió sobre su vida personal, se contradijo sobre las circunstancias de lo ocurrido en la habitación 2806 del hotel Sofitel y ocultó lazos con delincuentes que podrían haberle pagado para distorsionar los hechos.
Si los propios acusadores ponen en cuestión la versión de su principal testigo, el caso, lógicamente, se derrumba por completo.
EL RETORNO DE DSK
Dominique Strauss-Kahn (familiarmente conocido como DSK por sus iniciales) tiene a sus espaldas una carrera de resurrecciones políticas. Pero ninguna como la que este 1 de julio de 2011 protagonizó en los Juzgados del Sur de Manhattan.
DSK entró en el edificio a las 10.50 hora local, acusado de siete delitos diferentes -entre ellos, dos de asalto sexual, que podrían costarle 25 años de cárcel- y bajo arresto domiciliario con una fianza de 4,2 millones de euros aportada por su mujer, la ex estrella de la televisión francesa e hija del marchante de Picasso, Anne Sinclair, que le acompañaba.
Cincuenta minutos después, Strauss-Kahn salía sonriente. Los cargos contra él seguían en pie y la Justicia estadounidense no le devolvió su pasaporte. Pero ya no está en arresto domiciliario. Y Sinclair recibió sus 4,2 millones de euros.
¿Qué pasó? Simplemente, que la figura de la denunciante -una inmigrante de Guinea Conakry cuyo nombre no ha sido desvelado en EEUU, pero que se llama Mafissatou Diallo, tiene 32 años y trabajaba de limpiadora en el Hotel Sofitel de Manhattan- no ha sobrevivido a la investigación de la Fiscalía.
Cabe la cada vez más remota posibilidad de que sus cargos de agresión sexual contra el ex director gerente del FMI sean ciertos. Pero lo que parece evidente es que ha «mentido» en otros temas y ha «fabricado detalles» en una serie de procesos administrativos.
En EEUU eso es suficiente para tumbar un caso. O, al menos, para dejarlo en un limbo jurídico claramente favorable a DSK.
LAS MENTIRAS DE LA CAMARERA
Según The New York Times, la mujer dijo en su primer testimonio que, después de mantener una feroz lucha con Strauss-Kahn cuando éste había tratado de violarla en la suite que ocupaba, había esperado en un vestíbulo hasta que el entonces director del FMI abandonó el hotel.
Ahora, sin embargo, la mujer admite que se fue a trabajar a otra habitación, tras lo cual regresó a la suite de DSK -que éste había abandonado para irse a comer con su hija y el novio de ésta- y la limpió. Sólo entonces contactó con sus supervisores para denunciar el intento de violación.
Los fiscales también han descubierto que la denunciante mintió a las autoridades de inmigración para conseguir un visado al declarar falsamente que había sido violada por un grupo de hombres en Guinea Conakry.
También dio una cifra artificialmente baja de sus ingresos para acceder a un plan de ayudas a la vivienda y, además de su hija -producto de su matrimonio con un ciudadano guineano que murió hace años-, la mujer se atribuyó otro menor dependiente de ella que en realidad vive con otra familia.
Justo un día después del presunto intento de violación, la denunciante mantuvo una conversación telefónica con un hombre acerca de cómo podría beneficiarse económicamente del escándalo.
UN AMIGO TRAFICANTE
El interlocutor de la empleada del Sofitel fue arrestado hace años por posesión de más de 180 kilos de marihuana, según The New York Times.
Ese hombre, además, forma parte de un grupo que en los últimos años ha ingresado más de 70.000 euros en cuentas bancarias a nombre de la mujer dispersas por todo EEUU.
Finalmente, la camarera no ha sido capaz de explicar por qué tiene una factura telefónica mensual de cientos de euros con cinco empresas de telefonía diferentes.
La sospecha más extendida -aunque sin ninguna prueba que la avale- es que la mujer tal vez podría dedicarse a la prostitución, que a su vez es un delito en EEUU, pero no se encuentra entre la lista de acusaciones contra Strauss-Kahn.
Y eso explicaba la sonrisa de DSK, muy distinta del aspecto abatido y envejecido que el político francés presentaba el pasado 15 de mayo de 2011, cuando tuvo que realizar el llamado perp walk, una tradición policial estadounidense en la que el detenido es paseado públicamente cuando sale del juzgado rumbo al calabozo, en este caso ante decenas de periodistas y fotógrafos.
UN ABOGADO FEROZ
El caso no está resuelto a su favor. Pero el equilibrio de poderes ha cambiado. Strauss-Khan cuenta, además, con uno de los mejores abogados de Nueva York, Benjamin Brafman, el hombre que salvó de la cárcel a Michael Jackson.
Y, mientras llega el 18 de julio de 2011, en el que se celebra una nueva vista del caso, DSK no pierde el tiempo.
En su primera noche como hombre libre tras el estallido del escándalo, fue a cenar a Scalinatella, un restaurante del Upper East Side neoyorquino.
Además, según el Financial Times, ya ha cerrado su primera entrevista a un medio de comunicación desde que fue arrestado. Y sus partidarios en Francia, exigen que se detenga el proceso de primarias en el Partido Socialista, para que DSK pueda participar, cuando vuelva exonerado de todo.