Exxonmobil rechazó, con el 93,1 por ciento de los votos, una resolución en su última junta de accionistas, por la que se instaba al Consejo de Administración a desarrollar una política específica sobre el agua.
La propuesta fue realizada por la gestera de activos estadounidense NorthStar, y la justificaba por el gran volumen de agua que se usa en distintas fases de las operaciones petroliferas. Según datos de la agencia estadounidense del medioambiente estas compañías usan entre 1 y 2 mil millones de galones diarios para poder conseguir carburantes.
El exceso de consumo y el agotamiento de las aguas subterráneas suponen un alto riesgo para las comunidades locales y una violación de los derechos humanos. Así el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas señala el derecho de todas las personas al agua potable, suficiente, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico.
Además, aseguran que el desarrollo de este tipo de políticas, que minimiza el impacto de la compañía sobre el medioambiente, suponen una ventaja competitiva sobre el resto de petroleras.
Sin embargo, el Consejo de Administración hizo un llamamiento para que los accionistas votaran en contra de dicha resolución, puesto que consideraba que no es necesario el desarrollo de una política específica sobre el uso del agua puesto que ésta se encuentra incluida dentro de los estándares de conducta de la compañía.
Así, señala que actualmente esta evaluando sus actividades para identificar en que lugares puede considerarse el agua como un bien escaso, con el fin de mejorar los procesos de uso de éste apreciado líquido.
