Mitt Romney ha agitado este 8 de agosto de 2012 los fantasmas de la crisis en Europa para atacar la gestión del Partido Demócrata e intentar captar votos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Como hiciera el entonces presidente-candidato francés, Nicolas Sarkozy, de cara a los comicios del pasado mes de mayo, el aspirante republicano a la Casa Blanca ha censurado los agudos recortes presupuestarios y subidas de impuestos planeados en California por el demócrata Jerry Brown para sanear sus deficitarias cuentas públicas, citando a este estado entre varios países europeos que luchan por superar sus problemas económicos.
«Los empresarios y hombres de negocios de todo el mundo y aquí en casa piensan que en algún momento Estados Unidos se va a convertir en Grecia, o España o Italia, o en California», dijo el candidato republicano en un acto de campaña en Des Moines, Iowa.
«Solo estaba bromeando sobre esta última, en cierto modo», añadió a continuación ante las risas de la audiencia.
Romney volvía así a cargar contra las políticas económicas del Partido Demócrata, al que acusa de fomentar el elevado endeudamiento gubernamental y de desalentar la inversión privada mediante la subida generalizada de impuestos.