Reelegido en Wisconsin en seis ocasiones, Ryan tiene fuertes credenciales en el frente de recaudación de fondos, y ha abanderado en el Congreso la causa de la austeridad fiscal
El candidato a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, ha elegido al congresista Paul Ryan como «número dos», un movimiento que le permitirá recuperar el debate sobre reducir el gasto público y la deuda en la lucha por la Casa Blanca.
El anuncio supone el final de una búsqueda de candidato a la vicepresidencia se ha prolongado durante meses. Por el Partido Demócrata se presentará el ya conocido tándem formado por Barack Obama y Joe Biden.
El Partido Republicano se prepara así para la convención nacional en la última semana de este mes en Tampa (Florida).
Allí, Romney aceptará formalmente la candidatura presidencial de su partido, después de que él venciera en el proceso de primarias republicanas frente a al menos una decena de precandidatos.
En la lista corta de posibles candidatos figuraban el exgobernador republicano de Minnesota, Tim Pawlenty, y los legisladores Rob Portman, de Ohio.
Durante algún tiempo, se especuló en círculos políticos con el senador republicano por Florida, el cubanoamericano Marco Rubio, como parte de un esfuerzo por captar el voto hispano.
Romney emprende estos días una gira por cuatro estados clave para proclamarse vencedor en noviembre: Virginia, Carolina del Norte, Florida y Ohio.
El candidato republicano, con este anuncio, intentará recuperar protagonismo en una campaña electoral que le ha rezagado en las últimas semanas, en las que ha tenido que defenderse por su riqueza y declaración de impuestos.
Paul Ryan, de 42 años, es un experto en déficit federal y ha sido un acérrimo crítico de la gestión económica de Obama y del abultado déficit fiscal.
Pero la selección de Ryan, una estrella ascendente del Partido Republicano, conlleva riesgos tan elevados como son sus posibles ventajas.
Reelegido en Wisconsin en seis ocasiones, Ryan tiene fuertes credenciales en el frente de recaudación de fondos, y ha abanderado en el Congreso la causa de la austeridad fiscal.
De hecho, Ryan, que preside el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, es el arquitecto de la llamada «hoja de ruta» para agilizar la reducción del déficit.
Pero ese plan le ha valido ataques de la bancada demócrata, entre otras cosas porque privatizaría el sistema de Seguro Social, del que dependen la mayoría de ancianos, jubilados y discapacitados en el país, y propone eliminar todos los impuestos a las ganancias y dividendos.