Esta semana la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) ha publicado los datos de producción industrial de la Eurozona.
Las noticias son malas, la producción de las fábricas que operan dentro de la zona euro han vuelto a caer en octubre, esta vez ha sido un -1,4% en tasa interanual.
Además, el PIB del tercer trimestre en Estados Unidos registró un avance del 2,7% mientras que en la Eurozona se contrajo un 0,1%.
Mientras que la tasa de paro en la zona euro ha crecido del 10,8% al 11,7% en una año, en Estados Unidos ha caído del 8,5% al 7,9%.
Estados Unidos empieza a funcionar, se comienza a acercar a una tasa de paro óptima (sin sufrir un aceleramiento de la inflación), mientras que la Eurozona se aleja.
El problema de Europa es, en parte, de competitividad, como señala el economista y profesor de Economía del IE Business Shool, Rafael Pampillon:
«La economía americana crece más y es más competitiva que la europea».
Diferencias
Pampillón indaga en su blog en estos resultados para tratar de dilucidar el porqué de estos malos resultados:
- -«La UME tiene mayores costes fiscales, sociales y laborales que EEUU, que le hacen perder competitividad, es decir, ventas y, por tanto, producción y empleo».
- -«La UE-27 (que, como es sabido, incluye los 17 países de la UME) realiza menores gastos en Investigación y Desarrollo (I+D) que los EEUU. Lo que significa menores posibilidades de generar tecnología propia».
- -«Los Estados Unidos son un país; muchas de las regulaciones, supervisones y políticas fiscales son únicas para todos los estados de la Unión por lo que también su Tesoro emite deuda conjunta para cubrir el déficit del Gobierno Federal». Mientras que en la Eurozona es todo lo contrario.