Tocarte un millón de dólares en una lotería y acabar fiambre al día siguiente.
Esta es la historia que le sucedió al saudí Urooj Khan el pasado 20 de julio de 2012 en la ciudad de Chicago tras ser el afortunado de un premio de un millón de dólares tras ganar una de tantos juegos de azar instantáneos que existen en Estados Unidos.
Lo curioso es que unas horas después aparecía muerto, pero inicialmente no se le práctico ninguna autopsia porque el fallecimiento no parecía deberse a ninguna causa anormal.
Sin embargo, su familia, con el suculento premio de por medio, no cejó en pedir una autopsia y ésta al final se llevó a cabo.
La sorpresa fue que se detectó que esta persona había ingerido dosis de cianuro.
Khan, que era dueño de una tienda de limpieza, tenía pensado destinar una parte de las ganancias a su negocio y, también, donar otra parte a un hospital de niños. El premio, que iba a ser cobrado el 15 de agosto de 2012, alcanzaba tras la reducción de tasas y su modo de cobro (a más rapidez en disponer el dinero, menos cantidad le queda al afortunado) los 425.000 dólares.