El alcalde de Boston advierte de que el sospechoso podría no recuperar el habla
Los responsables de la acusación contra el único detenido por el atentado de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, buscan una acusación formal por terrorismo que permitiría que fuese juzgado ante un tribunal federal y, potencialmente, condenado a muerte, según fuentes de la investigación citadas por varios medios de comunicación norteamericanos.
Explica Antonio Caño en ‘El País’ que, de esa manera, la fiscalía intenta también vencer cuanto antes las presiones para que el sospechoso sea tratado como un «combatiente enemigo» y sometido a la justicia militar, incluso enviado a Guantánamo.
La solicitud de una condena de pena de muerte exigiría, entre otras muchas demandas de carácter jurídico, trasladar el caso fuera de la circunscripción actual, puesto que en el estado de Massachusetts no es legal ese castigo.
Al ocurrir las muertes de las cuatro personas cuyo asesinato se pretende imputar a Tsarnaev en Boston y sus alrededores, la acusación por esos crímenes en particular quedaría sujeta a la jurisdicción del estado, pero la fiscalía pretende presentar también cargos por terrorismo para que el caso sea de competencia federal.
La acusación de terrorismo exige tener que probar la existencia de un complot, de planes premeditados de crear un daño indiscriminado y una serie de dificultades técnicas que pueden alargar y hacer más compleja la solución judicial de este atentado.
Esa y otras limitaciones de la justicia civil han llevado a algunos destacados miembros del Congreso a solicitar a Barack Obama que el juicio sea trasladado al ámbito castrense y que Tsarnaev sea procesados por una comisión militar similar a las que han juzgado en el pasado a los presos de Guantánamo.
Los senadores republicanos John McCain y Lindsay Graham han reclamado que no se conceda al detenido los derechos que le corresponde a cualquier acusado en EE UU y que sea tratado como los capturados tras los ataques del 11 de Septiembre.