El asalto estuvo guiado desde el espacio por varios satélites, y la NSA consiguió penetró en el sistema de comunicaciones a través de las llamadas de teléfono
El Gobierno de Estados Unidos identificó el cadáver del antiguo líder de la organización terrorista Al Qaeda Usama Bin Laden ocho horas después del asalto ejecutado el 11 de mayo en la localidad de Abbotabad a través de pruebas de ADN, según ha informado el diario estadounidense ‘The Washington Post‘.
Las pruebas fueron llevadas a cabo en un laboratorio forense de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y los resultados fueron «concluyentes», confirmando así su identidad. El Pentágono negó hace un año tener los resultados de las pruebas tras una petición de la agencia de noticias estadounidense AP bajo el Acta de Libertad de Información.
El diario estadounidense ha publicado el llamado ‘presupuesto negro’ de los servicios de Inteligencia, documentación que le fue facilitada por el extécnico de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) Edward Snowden.
OPERACIÓN DESDE EL ESPACIO
En el mismo se detalla que la operación estuvo guiada desde el espacio por varios satélites, que hicieron 387 recogidas de información en la zona en el mes anterior a la redada. La NSA consiguió penetrar en el sistema de comunicaciones a través de las llamadas de teléfono, que permitieron vincular uno de los móviles al complejo en Abbotabad.
Asimismo, el grupo de Operaciones de Acceso Adaptado instalaron sistemas para permitir a la NSA recolectar información de los teléfonos utilizados por operativos de Al Qaeda y otras «personas de interés». Estos sistemas permitieron el arresto un mes antes de la operación de 40 milicianos de nivel bajo o medio.
Por otra parte, el Gobierno estadounidense utilizó un avión no tripulado avanzado para interceptar las transmisiones electrónicas, al tiempo que la CIA contrató a un médico paquistaní para obtener muestras de sangre de la gente que vivía en Abbotabad para determinar su posible relación con Bin Laden.
INDULTADO EL ‘SOPLÓN’
Este mismo jueves 29 de agosto un tribunal paquistaní ha anulado la condena a 33 años de prisión impuesta a Shakil Afridi, el médico que ayudó a la CIA a encontrar a Bin Laden. El juez ha dictaminado que el magistrado que había presidido el caso excedió su autoridad y ha ordenado la celebración de un nuevo proceso.
El médico fue acusado de traición y sentenciado a 33 años de cárcel por sus vínculos con un grupo ilegal. La decisión ha sido criticada a nivel internacional por considerarla un castigo por haber ayudado a la CIA a capturar a Bin Laden.
Por último, los documentos revelan que, pese a todo el trabajo de Inteligencia llevado a cabo por Washington para identificar a Bin Laden, en el momento en el que el presidente, Barack Obama, ordenó la operación, existía una posibilidad de que éste se encontrara en el complejo «de entre el 40 y el 60 por ciento».
La operación militar secreta ha propiciado que las relaciones entre Washington e Islamabad se deterioren y ha provocado que Estados Unidos retenga la suma de 33 millones de dólares en subvenciones para Pakistán como represalia.