El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, asegura que tienen prubas concretas de la atrocidad

La incertidumbre en el Congreso de EEUU deja en el aire el castigo a Asad

Obama no puede permitirse el lujo de no atacar ahora a Siria

La incertidumbre en el Congreso de EEUU deja en el aire el castigo a Asad
Kerry y Obama. EP

Muestras de pelo y sangre de las primeras personas que auxiliaron a las víctimas de Damasco tenían restos de gas sarín

La decisión de Barack Obama de atacar Siria -y con ello una amplia gama de consecuencias que abarca, desde el devenir de la guerra civil en ese país, hasta el equilibrio de poder en Oriente Próximo y el futuro político del presidente norteamericano- está en este momento sometida a la incertidumbre de una votación en el Congreso sobre la que es imposible anticipar un resultado, pero ante la que ya ha surgido un nutrido grupo de opositores, sobre todo entre los congresistas situados más a la derecha.

El Congreso no regresa de vacaciones hasta el 9 de septiembre. El Senado, de mayoría demócrata, ha anunciado que las audiencias en las comisiones empezarán en la semana que comienza mañana y que el debate en el plenario y el voto será la semana siguiente.

La Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, no tiene previsto regresar hasta el 9. La decisión de Obama, anunciada este sábado 31 de agosto de 2013, retrasará el ataque.

Como explica Marc Bassets en ‘La Vanguardia’, el mayor peligro para el presidente esla Cámarade Representantes, donde la alianza entre los congresistas del Tea Party -la facción populista del Partido Republicano- y el sector antibelicista del Partido Demócrata de Obama podrían frenar los planes del presidente.

Fuentes anónimas dela Casa Blanca y el Departamento de Estado han dado a entender en las últimas horas que, sea cual sea la decisión del Congreso, EEUU atacará a Siria.

«Obama no tiene ninguna posibilidad de ganar este voto si ni siquiera obtiene la mayoría en su partido», dijo a The New York Times’ el congresista Tom Cole, de Oklahoma.

«Los demócratas se han mantenido visiblemente silenciosos. Los únicos apoyos viene casi todos del Partido Republicano. Es un presidente en guerra sin un partido de la guerra».

Esta semana, 140 miembros dela Cámara de Representantes, entre ellos 20 demócratas, publicaron una carta en la que pedían a Obama que buscase la aprobación del Congreso antes de ir a la guerra.

Además de las facciones aislacionistas y antibelicistas, Obama afronta también el escepticismo de los halcones con el senador John McCain, de Arizona, que consideran que la misión en Siria es demasiado modesta y no servirá para cambiar el equilibrio de fuerzas -ahora favorable a El Asad- en la guerra civil siria.

El objetivo de Obama no es derrocar a El Asad ni empantanarse en una guerra civil que dura más de dos años, sino castigar al líder sirio por el uso de armas químicas en la matanza del 21 de agosto en la periferia de Damasco, y disuadir a quienes estén tentados de usarlas en el futuro.

La Casa Blanca excluye el envío de tropas

Pero el borrador que Obama envió anoche al Congreso requiriendo el voto de acuerdo conla Resoluciónde Poderes de Guerra es suficientemente ambiguo para permitir una acción más amplia.

En el borrador se lee:

«El Presidente está autorizado a usar las Fuerzas Armadas de Estados Unidos como decida que sea necesario y apropiado en conexión con el uso de armas químicas u otras armas de destrucción masiva en el conflicto en Siria…»

Ningún presidente ha perdido un voto para intervenir en una guerra desde que se adoptó esta ley, en 1973.

«Estoy preparado para la dar la orden«, dijo Obama el sábado.

«Pero, aunque he decidido como comandante en jefe de acuerdo con lo que creo que es el interés de nuestra seguridad nacional, soy consciente de que soy el presidente de la democracia constitucional más antigua del mundo».

Obama no mencionó la deserción de Reino Unido tras el voto negativo del Parlamento británico el jueves. Pero aquel voto fue una señal para EEUU, que de repente se veía al borde de una intervención militar solo, sin su aliado privilegiado desdela Segunda Guerra Mundial.

Obama anunció la decisión a sus colaboradores más estrechos en una reunión a las 7 de la tarde del viernes, según la reconstrucción de los hechos que publican hoy varios diarios de EEUU, entre ellos The New York Times’, basándose en filtraciones anónimas dela Casa Blanca.

Antes, el presidente había conversado, durante un paseo por el jardín dela Casa Blanca, con su jefe de gabinete, Denis McDonough, un especialista en las negociaciones con el Congreso.

La reunión duró dos horas y provocó un debate intenso. Tras varios días en los que la retórica dela Administración Obamahabía indicado que el ataque era próximo, el presidente daba marcha atrás.

«Tíos, tengo una idea bastante fuerte que quiere plantearos», dijo Obama.

The New York Times’ explica que Obama topó con resistencias. Sus asesores temían perder el voto en el Congreso y que Siria contaminase otros votos pendientes (el presupuesto, la deuda y la reforma migratoria están en la agenda del Capitolio este otoño).

También dudaban, según el Times, de que durante esta semana, en la que el presidente viaja a Suecia y Rusia, pudiese sumar apoyos internacionales a la misión.

En la reunión no participaron ni el secretario de Estado John Kerry, ni el de Defensa, Chuck Hagel, que fueron invitados después.

Un rasgo distintivo del presidente Obama en los cuatro años y medio que lleva en el poder es su tendencia a centralizar enla Casa Blanca las decisiones que afectan a la seguridad y la política exterior del país, en detrimento del Departamento de Estado y el Pentágono.

El voto en el Parlamento británico, según las filtraciones, fue decisivo para que Obama consultase también con el Congreso.

También la voluntad de obligar a los legisladores a compartir la responsabilidad. The New York Times’ añade otra: temía que, si ahora actuaba solo, el Congreso le denegase el apoyo cuando de verdad lo necesitase en los próximos tres años, quizá en una guerra con Irán.

Aislado, Obama necesitaba algún tipo de legitimidad. Si no del Consejo de Seguridad dela ONU, donde el veto ruso se daba por seguro, o de una coalición internacional, sí como mínimo del Congreso.

En el 2002 el Congreso otorgó poderes a George W. Bush para lanzar la guerra de Irak. Bush también contó con una coalición internacional más amplia de que respalda a EEUU.

El gesto de ayer, en realidad, no es legalmente necesario: otros presidentes -el propio Obama en el 2011, en Libia, pero entonces contaba con la aprobación del Consejo de Seguridad y una amplia coalición internacional- han ido a la guerra sin el permiso del Congreso.

Y supone, además, una delegación de poderes por parte del presidente después de décadas en las que el poder ejecutivo no ha dejado de acumular competencias en materia de política exterior y de seguridad.

Pero obliga al Congreso a compartir la responsabilidad por una intervención que, aunque minimalista en su planteamiento inicial, despierta objeciones entre una población y una clase política hartas de aventuras tras la frustrante década de Iraq y Afganistán.

Casi un 80% de estadounidense quería la autorización el Congreso antes de un ataque, según un sondeo de la cadena NBC publicado el viernes.

«A mí no me eligieron para evitar decisiones difícil. Pero tampoco a los miembros de la Cámara y el Senado», avisó el comandante en jefe.

No es un Congreso dócil ni previsible. En el verano del 2011, colocó a EE.UU, al borde de la suspensión de pagos tras resistirse a elevar el techo legal de la deuda, un trámite que en décadas pasadas había despertado objeciones.

La mayoría enla Cámarade Representantes y la minoría de bloqueo en el Senado da a los republicanos la posibilidad de frenar cualquier iniciativa de Obama.

En la política interior, el presidente ya cuenta con un margen de maniobra reducido -casi ningún ley importante se ha adoptado en los dos últimos años- y ahora le puede ocurrir lo mismo en la política exterior.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído