La falta de seguridad impidió que la mujer fuera rescatada a tiempo en la prisión de Arizona

Un preso viola a su profesora en la cárcel tras clavarle un bolígrafo

La maestra estaba realizando un test a media docena de internos en una clase sin apenas control

Un preso viola a su profesora en la cárcel tras clavarle un bolígrafo
Jacob Harvey Captura

El recluso Harvey estaba en el primer año de sus 30 de sentencia por violar a otra mujer

Jacob Harvey, un criminal arrestado por agresión sexual, ha sido acusado por haber atacado y violado a una profesora de una prisión de Arizona el pasado mes de enero.

La maestra se hallaba en clase con seis reclusos cuando fue agredida por un criminal que había realizado un test en su aula. Presuntamente, el criminal la apuñaló con un bolígrafo y la violó. Cuando terminó de abusar de ella, llamó por la radio de la prisión para que auxiliaran a la profesora, de acuerdo con la información facilitada por AP.

SOLO UNA RADIO

La profesora estaba realizando un test a media docena de internos en una clase sin seguridad cerca, tan solo contaba con una radio para solicitar ayuda. Después de que los demás internos salieran del aula, Jacob Harvey preguntó a la profesora si le podía abrir la puerta del baño y la atacó.

Está acusado de apuñarla, forzarla en el suelo y violarla. La profesora explicó a los investigadores que ella pidió auxilio pero que nadie acudió a su ayuda.

Harvey estaba en el primer año de sus 30 de sentencia por violar a una mujer en noviembre de 2011. Jacob Harvey había llamado a la puerta de la mujer durante el día para pedir un vaso de agua, entonces entró en el interior de la casa y violó a la mujer repetidamente.

La golpeó mientras su hija de dos años se encontraba en casa y más tarde la abandonó desnuda cuando el compañero de piso de la mujer llegaba a casa.

Harvey fue arrestado después de que el ADN lo relacionara con el crimen y fue clasificado en el penúltimo nivel de riesgo de seguridad. Sin embargo, seis meses más tarde fue reclasificado al más leve.

La falta de seguridad dentro del aula impidió que la profesora fuera rescatada a tiempo. La directora del Programa Correccional y de Educación Alternativa de la Universidad, que anteriormente de su cargo trabajó como profesora en prisiones de distintos estados, reclama que «en una unidad de agresores sexuales, deberían contar la gente que sale de las clases. Y debería haber alguien cerca, no en clase, pero sí en las proximidades para ayudar al profesor».

La mujer, que no fue herida de gravedad, no quiso hablar sobre el caso y ha presentado un reclamo de compensación al Estado.

 

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