Ella critica la política exterior de la que ella formó parte durante cuatro años

Barack Obama y Hillary Clinton: ¿El divorcio definitivo?

Hillary se vio forzada este martes a llamar a su antiguo jefe para decirle que no estaba atacando su liderazgo

Hillary Clinton no ha confirmado si se lanzará a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2016, pero lo que parece claro es que está tratando de distanciarse del actual residente de la Casa Blanca, Barack Obama.

Desde que dejó el Departamento de Estado, hace 19 meses, Clinton ha cuidado cada palabra sobre quien fue su rival electoral en 2008 y su jefe durante los cuatro años siguientes, y ha preferido resaltar el trabajo que lograron en conjunto.

En los últimos días, sin embargo, Clinton pronunció sus críticas más explícitas hasta la fecha sobre Obama, al cuestionar uno de sus pilares en política exterior: la cautela.En una entrevista con la revista The Atlantic, Clinton criticó la postura moderada de Obama, enfocada en no cometer errores, y dijo que el gobierno oscila con demasiada frecuencia entre la necesidad de intervenir y el deseo de manterse al margen.

«Las grandes naciones necesitan principios organizativos y ‘no hagas estupideces’ -una frase atribuida a Obama para describir su visión- no es un principio organizativo», aseguró la también exsenadora y exprimera dama.

A raíz de la controversia que han generado sus palabras, Clinton llamó este martes a Obama para decirle que sus comentarios no son un ataque a su liderazgo ni a sus políticas.

Según su portavoz, Nick Merrill, Clinton ha tenido «diferencias honestas» con el presidente, pero éstas «no eclipsan su acuerdo general en la mayoría de los temas».

Crear una imagen más fuerteLa más evidente de esas «diferencias honestas» es el conflicto en Siria, que fue creciendo desde las protestas en 2011, cuando ella todavía era secretaria de Estado.

Clinton rechazó la reticencia del presidente para armar a los rebeldes sirios en esas primeras etapas de la crisis -algo que ella favorecía- y sugirió que no hacerlo dejó un vacío que están aprovechando grupos extremistas como Estado Islámico (EI, antes conocido como ISIS), al que el gobierno está combatiendo ahora en Irak con ataques áereos.

Obama rechazó ese argumento y en una entrevista con The New York Times, publicada el viernes, dijo que es una «fantasía» creer que armar a los rebeldes podría haber marcado la diferencia. Esta discrepancia entre los dos políticos es diciente porque revela cómo Clinton se está esforzando por distanciarse de una política exterior de la que ella fue parte activa durante cuatro años, entre 2009 y febrero de 2013.

«Ella claramente está intentando crear una imagen diferente, que es más fuerte que la postura del gobierno en política exterior», le dice a BBC Mundo Steve Billet, profesor de la universidad George Washington, en la capital estadounidense.

«Es un paso importante para ella en el proceso de buscar la nominación del Partido Demócrata, suponiendo que todavía la busca», agrega.

Ese proceso es una apuesta riesgosa, pues Clinton debe asegurarse de que sus palabras le ayuden a crear su propia visión de mundo pero, al mismo tiempo, no generen críticas innecesarias a su trabajo con Obama.

Eso sin contar que al venir del mismo partido, su base electoral es la misma que la del presidente, por lo que debe tratar de diferenciarse lo suficiente de él para dar un sentido de novedad, pero no demasiado hasta alejar a los votantes.

Quizás con eso en mente, Clinton reiteró el martes que a pesar de las diferencias con Obama, «comparte su compromiso profundo a una política exterior inteligente y con principios».

«No se va a lanzar como Obama 2.0»

Cada paso de Clinton está siendo analizado en Estados Unidos a la luz de una posible candidatura, pero uno de sus asesores le dijo al diario The Washington Post que las declaraciones no se enmarcan en «una estrategia política global relacionada con 2016», sino en la promoción de su más reciente libro, Hard Choices, que detalla su tiempo en el Departamento de Estado. Por su parte, su portavoz, Nick Merrill, dijo que las diferencias no son nuevas, ella ya las ha explicado tanto en su libro como en otras ocasiones y ahora simplemente están siendo magnificadas.

Lawrence Korb, un analista del Center for American Progress, una organización de orientación liberal basada en Washington, opina en una línea similar y le dice a BBC Mundo que la controversia ha sido «exagerada» y no le sorprende.

El analista opina que Clinton «está muy clara en sus posiciones y no se va a lanzar como Obama 2.0», aunque también asegura que hay que esperar antes de dar conclusiones sobre los siguientes pasos de la exsecretaria.

Por el momento, lo único claro es que Obama y Clinton tienen previsto encontrarse el miércoles en la noche en la isla de Martha’s Vineyard, Massachusetts, donde él se encuentra de vacaciones y ella estará promocionando su libro.

Allá, según Merrill, Hillary espera darle un abrazo al presidente para limar las recientes asperezas.

 

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