Tras pagar unos 7.000 euros de fianza, fue puesto en libertad y fue despedido de la cadena
Austin Symonds, de 18 años, empleado de una cadena ‘Papa Murphy’ en EEUU, quiso vengarse a su manera de un cliente ‘inoportuno’ que le pidió una pizza familiar cuando estaba a punto de cerrar caja.
Así, ni corto ni perezoso, decidió restregarse el pedido por los genitales.
En su camino, se cruzó otro cliente que esperaba una pizza y que le pilló con las ‘manos en la masa’, quien llamó a la Policía para denunciar la situación.
Symonds no tuvo más remedio que admitir su culpa y los agentes se lo llevaron detenido, por alterar un producto de consumo.
Tras pagar unos 7.000 euros de fianza, fue puesto en libertad y de forma evidente, despedido de la cadena de pizzerías en la que trabajaba.
Confesó a la Policía los ‘motivos’ apuntados.