LAS COSAS DE EEUU

Donald Trump mantiene su apoyo a Kavanaugh tras declarar la mujer que le acusa de acorralarla e intentar violarla

Christine Blasey Ford dice que la agresión sexual del candidato al Supremo "marcó" su vida.

Donald Trump mantiene su apoyo a Kavanaugh tras declarar la mujer que le acusa de acorralarla e intentar violarla
Brett Kavanaugh y la presunta víctima de agresión sexual Christine Blasey Ford. EP

En el Tribunal Supremo se acordaran mucho tiempo de la sesión.

Primero, con voz entrecortada y conteniendo el llanto, Christine Blasey Ford detalló ante la comisión del Senado que debe aprobar la candidatura de Brett Kavanaugh al Supremocómo este intentó violarla en una fiesta hace cuatro décadas.

Después el juez Kavanaugh tomó la palabra posteriormente para negar las acusaciones y, enfurecido, denunció que el proceso se ha convertido en «una desgracia nacional» y «un circo».

De lo habla ella es un supuesto intento de violación en el verano de 1982, cuando ambos eran adolescentes.

«Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente».

La acusadora, la primera de tres mujeres que han salido públicamente para denunciar supuestos abusos de Kavanaugh, ha asegurado que no estaba ahí porque quisiera y que estaba «aterrorizada», pero que consideraba que era su «deber cívico» acudir al comité.

Ford ha enfatizado que ella había decidido informar del caso antes de que el 9 de julio Kavanaugh fuera nominado por Trump, pero que no sabía cómo hacerlo y que finalmente recurrió a la congresista de su distrito y al diario The Washington Post.

Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente»Ford

La presunta víctima ha explicado que, debido a la agresión, tuvo «ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático», como claustrofobia o pánico, y ha confesado que «agonizó» durante meses desde que supo de la candidatura de Kavanaugh al Supremo.

El ataque sexual que dice haber sufrido «aterrorizó» y «marcó» toda su vida, ha añadido. También guarda malos recuerdos de la prueba de polígrafo a la que fue sometida antes de realizar las acusaciones: «Me provocó muchísimo estrés y fue más largo de lo que esperaba».

Al ser preguntada con cuánta seguridad podía afirmar que Kavanaugh fue el hombre que intentó violarla, la acusadora respondió sin titubear: «Cien por cien». Ford ha aportado diversos detalles de aquella noche de hace 36 años, aunque ha dicho que le gustaría poder ofrecer más.

Según ella, Kavanaugh y un amigo suyo la metieron en una habitación cuando ella iba al baño, trataron de desnudarla, toquetearon su cuerpo y le taparon la boca para silenciar sus protestas hasta que pudo escapar y encerrarse en el baño, desde donde les escuchó reírse mientras bajaban las escaleras.

En este relato, la ahora profesora universitaria ha incidido en que una de las cosas que recuerda con más nitidez era «la risa ruidosa» de Kavanaugh y de su amigo Mark Judge, a quien los demócratas han llamado a declarar sin éxito.

Ford, que ha accedido a la sala escoltada por sus abogados y vistiendo un traje azul oscuro, no ha coincidido con Kavanaugh, quien ha entrado con traje negro y camisa blanca al terminar ella.

El magistrado ha iniciado su comparecencia con un discurso en tono desafiante abroncando a los senadores, específicamente a los demócratas, a quienes miraba cuando decía que por su culpa ya no podría ser entrenador de baloncesto para niños ni enseñar Derecho.

«El proceso de confirmación se ha convertido en una vergüenza nacional», ha declarado Kavanaugh ante el órgano que debe recomendar o no su candidatura al Supremo, antes de que el resto de la Cámara Alta vote si es o no apto para el puesto.

«Niego categórica e inequívocamente la alegación contra mí de la señora Ford. Vengo aquí a limpiar mi nombre», asegura el juez, que iba acompañado por su esposa. Ha presentado un diario que escribió supuestamente en el verano de 1982, en el que no aparece nada similar al relato de la acusadora.

«Mi familia y mi nombre han sido total y permanentemente destruidos», ha subrayado Kavanaugh, que asegura que no cuestiona que Ford fuera víctima de un abuso, pero que no fue él. Muy enfadado, admite que le pueden derrotar «en un voto final», pero que no conseguirán que «renuncie» a la nominación.

El magistrado ha incidido en la presunción de inocencia y ha cuestionado cómo se gestionan las acusaciones de abuso sexual en el país.

«Si todo americano que tomó cervezas es acusado de abuso sexual y es presumiblemente culpable, estamos en un terreno horrible».

Después de la audiencia, Trump ha elogiado en Twitter la declaración de su elegido:

«El juez Kavanaugh ha mostrado a EEUU por qué le nominé. Su testimonio ha sido poderoso, honesto y fascinante».

«La estrategia de búsqueda y destrucción de los demócratas es vergonzosa y este proceso ha sido una vergüenza total y un esfuerzo para retrasar, obstruir y resistir. El Senado debe votar».

La oposición ha vuelto a pedir una investigación del FBI y la propia Ford se ha posicionado a favor de esta, pero la idea ha sido rechazada por los conservadores.

La audiencia en el Senado ante la mirada atenta de todo el país se ha producido mientras aumenta la presión para que se posponga el voto de confirmación en la Cámara Alta, donde los republicanos cuentan con leve mayoría, ante las nuevas denuncias que han aparecido contra el juez.

El Comité de Justicia del Senado vota este viernes si recomienda al pleno de la Cámara Alta a Kavanaugh para la vacante en el Supremo. La confirmación depende de que todos los senadores republicanos voten a su favor o que reciba algún apoyo demócrata. Varios de ellos aún no han revelado su voto

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