Un tribunal de Nueva York condenó este 12 de diciembre de 2018 a tres años de cárcel a Michael Cohen, exabogado del presidente de EE.UU., acusado de silenciar durante la campaña presidencial de 2016 a dos mujeres que supuestamente habían mantenido relaciones extramatrimoniales con Donald Trump.
La Fiscalía había solicitado una pena de entre 51 y 63 meses por la «seriedad» de las «desvergonzadas violaciones» de Cohen de las leyes electorales, así como por haber realizado «de forma deliberada» declaraciones «falsas» sobre las negociaciones de una potencial Torre Trump en Moscú que finalmente no se construyó.
Cohen, que acudió al tribunal acompañado de su mujer y dos hijos, se ha declarado culpable de ocho delitos por evasión de impuestos, falsas declaraciones a un banco y violaciones de la ley de financiación de campañas electorales.
El juez William H. Pauley III, que ha valorado la cooperación de Cohen con las autoridades, también ha sentenciado al cercano colaborador de Trump, el primero en ser condenado a prisión, a pagar una multa de 50.000 dólares.
Cohen, quien durante su testimonio final ha asegurado que su «debilidad» había sido tener una «ciega lealtad a Trump», tendrá hasta el próximo 6 de marzo para presentarse ante las autoridades e ingresar en prisión.
Ante el juez también ha asumido «toda la responsabilidad por cada acto por el que me declaré culpable», incluidos aquellos en que implican al «presidente de Estados Unidos. Era mi deber encubrir sus actos sucios», ha declarado.
Antes de leer la sentencia, el juez Pauley también subrayó que, como abogado, Cohen debería haber sido consciente de lo que hacía y aseguró que en su carrera prosperó logrando acceso a personas «ricas y poderosas», hasta que él mismo se convirtió en una de ellas.
