La cara oscura del espionaje internacional ha sido expuesta a la luz por el Wall Street Journal.
Según este periódico, funcionarios estadounidenses detectaron un intento de China e Irán, desde al menos el 3 de enero, de robar propiedad intelectual relacionada con tratamientos y vacunas contra el coronavirus, lo cual, destacan, que pueden poner en peligro el progreso de la investigación médica.
La información que fue dada a conocer este miércoles, señala que piratas informáticos realizaron sendos ataques cibernéticos contra empresas e instituciones estadounidenses que se emplean a fondo para lograr obtener una vacuna contra el COVID-19, la enfermedad producida por el coronavirus.
Desde la perspectiva de algunos funcionarios estadounidenses, la administración Trump podría catalogar el suceso como un ataque directo a la salud pública de los EE.UU., según desvela en WSJ, sobre todo tomando en cuenta que el país norteamericano es el que más víctimas fatales registra por la pandemia.
En la alerta del miércoles, la Oficina Federal de Investigaciones y la Agencia de Seguridad de la Ciberseguridad e Infraestructura, el ala cibernética del Departamento de Seguridad Nacional, dijeron que se había identificado a «actores cibernéticos y coleccionistas no tradicionales» afiliados a China que intentaban robar propiedad intelectual y pública de datos sanitarios relacionados con la investigación sobre vacunas, tratamientos y pruebas de covid-19.
«El posible robo de esta información pone en peligro la entrega de opciones de tratamiento seguras, efectivas y eficientes», agregó la alerta emitida este 13 de mayo que no identificó a las víctimas de piratería y no explicó cómo los funcionarios llegaron a la conclusión de la responsabilidad de Pekín en el espionaje relacionado con el coronavirus contra los EE.UU., pero dicha información podría ser divulgada en los próximos días.
A pesar de que esta alerta no menciona a Irán, los funcionarios han citado información de inteligencia que, según dijeron, sugiere que Teherán o sus representantes han estado atacando algunos de los mismos tipos de instalaciones.
Los funcionarios de la administración dijeron que una técnica que Irán ha favorecido es el llamado rociado de contraseñas, una técnica de piratería relativamente poco sofisticada que intenta comprometer a una organización al adivinar rápidamente las contraseñas comunes de inicio de sesión de cuenta.
El WSJ destaca que funcionarios chinos e iraníes no respondieron a las solicitudes de comentarios, pero aclaran que China e Irán históricamente han negado haber apuntado a los EE.UU. con ciberespionaje, de hecho el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo a principios de esta semana que China se oponía a los ataques cibernéticos de todas las formas y lideraba la investigación para una vacuna y tratamiento de COVID-19.
