Sylvia Goldsholl superó la gripe de 1918 en cuestión de dos semanas, cuando apenas tenía 7 años le tocó vivir aquella pandemia.
«Sobreviví a todo porque estaba decidida a sobrevivir», dijo recientemente al Canal 12 de Nueva Jersey, y es que los medios han estado detrás de esta fuerte mujer, porque también sobrevivió al COVID-19
La mujer contrajo el nuevo coronavirus en marzo, la residencia en la que vive se encuentra en New Jersey, población que ostenta el trágico récord de concentrar casi la mitad de los fallecimientos en instituciones de ancianos.
Además esta zona es parte del área metropolitana de la ciudad de Nueva York. Donde se han registrado más de 11.000 muertos desde el inicio de los contagios (es decir, más del 10% del total de los Estados Unidos).
Su sobrino, Larry Goldsholl, dijo a The New York Times que cuando la Comunidad Allendale, el centro para ancianos donde su tía vive desde 2007, lo contactó, no supo bien qué pensar. «A estas alturas, ella ha sobrevivido a tanto… Bueno, esto podría ser el final, consideré. ¡Pero conociendo a Sylvia tendría que habérmelo imaginado!», agregó, sobre la buena noticia de su recuperación. “Ella es muy valiente”.
Goldsholl nació el 29 de diciembre de 1911 en el hogar de dos inmigrantes rusos. «Fui la mayor de cuatro hermanos y la más inteligente de todos», dijo al Canal 12 en una videoconferencia, ataviada con una boa de plumas rosada. Recibió tanta la atención de la prensa que en un punto los enfermeros debieron recordarle que necesitaba descansar.
Tuvo que cancelar entrevistas para dormir.
La llamada que atendió sin vacilar fue la del gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, quien además la celebró en un tuit: «Una vida tremenda, un espíritu tremendo, y una tremenda demostración de fortaleza. A ti, Sylvia, te mandamos nuestros mejores deseos, y por muchos años más».
Sylvia Goldscholl is 108 years old. Last month, she tested positive for #COVID19 and has beaten it.
A tremendous life, a tremendous spirit, and a tremendous show of strength. So, to you, Sylvia, we send you all our best for many more years to come. pic.twitter.com/Wds6NCc1qj
— Governor Phil Murphy (@GovMurphy) May 14, 2020
Según nj.com, desde que llegó al geriátrico Goldsholl se mostró como «un modelo de perseverancia positiva», en las palabras del administrador Michael Brienza. Y ahora «nuestra Sylvia se ha convertido en una favorita de los medios», agregó en las redes sociales de la institución, «y es una delicia para los entrevistadores».
Brienza confirmó que Goldsholl nunca necesitó atención hospitalaria, y mucho menos un respirador, mientras su sistema inmunológico combatía al SARS-CoV-2. «Tiene una mentalidad de sobreviviente», dijo al Times. «Su familia la apoyó durante todo el proceso, y ella siempre dice que al mor ayuda a superar las cosas».
Goldsholl trabajó su vida entera como asistente administrativa. Nunca se casó ni tuvo hijos. Permaneció en la casa familiar hasta el 2000, y siete años más tarde prefirió instalarse en un centro que ofreciera asistencia para facilitar la vida de los adultos mayores. Allí pronto se destacó por su conversación y su curiosidad. También por su solidaridad: funciona como una especie de hermana mayor para los recién llegados o aquellos tienen algún problema.