Un homenaje de Donald Trump a la difunta juez del Tribunal Supremo, Ruth Baber Ginsburg, fue aprovechado por algunos estadounidenses que no quieren saber nada de su presidente.
«¡Votad para que se vaya!», gritaron algunas personas que se encontraban en las inmediaciones del Supremo, donde se encuentran los restos de Ginsburg para que ciudadanos y autoridades puedan mostrarle sus respetos, según informó NBC News.
El féretro se encuentra en el pórtico exterior para evitar la acumulación de personas dentro del tribunal. Allí se presentaron el presidente de Estados Unidos y su mujer Melania Trump, que tras el acto regresaron a la Casa Blanca.
Cleansing your timeline with the calming sounds of Donald Trump being booed. pic.twitter.com/4jEeLuxb7o
— The Lincoln Project (@ProjectLincoln) September 25, 2020
La muerte de Ginsburg, de la corriente progresista, ha desatado un debate político en Estados Unidos por la premura de Trump para designar a un nuevo juez antes de las elecciones de noviembre, de tal forma que se garantice que un magistrado conservador ocupa el puesto que ha quedado vacante.