Meng Wanzhou, hija del fundador de Huawei, tendrá que declararse culpable si quiere volver a China.
El gigante chino de las telecomunicaciones está discutiendo un acuerdo con la administración estadounidense para que su directora financiera pueda regresar tras dos años de su arresto en Canadá.
Meng, hija del fundador del segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, ha estado en libertad condicional en Vancouver desde su arresto a finales de 2018 en el aeropuerto de la ciudad canadiense.
Estados Unidos solicita su extradición. La acusa de haber mentido sobre los vínculos de Huawei con Irán, una violación del embargo estadounidense impuesto contra la República Islámica.
Su arresto provocó una gran crisis diplomática entre China y Canadá.
Dos ciudadanos canadienses, arrestados en China poco después que Meng, permanecen detenidos en el país asiático acusados de espionaje.
Según el diario, los abogados de Meng han negociado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos un acuerdo que permitiría a la detenida regresar a su país, siempre y cuando admita algunos de los cargos en su contra.
Sus abogados y el Departamento de Justicia están negociando esta semana con la esperanza de llegar a un compromiso antes de que la administración Trump se vaya el 20 de enero, según esta información.
Según el diario, un acuerdo entre las dos partes podría facilitar la liberación de los dos canadienses detenidos en China desde hace poco menos dos años, Michael Kovrig y Michael Spavor.
Tanto el gobierno chino como Huawei niegan las acusaciones de Washington contra Meng, y Pekín afirma que la administración estadounidense busca debilitar una empresa china líder.
Huawei es blanco de un arsenal de sanciones de Estados Unidos, que acusa sin pruebas al grupo de telecomunicaciones de espiar para el régimen comunista.