Estados Unidos movió ficha para paralizar la desbocada inflación.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) ha endurecido su política monetaria elevando en tres cuartos de punto los tipos de interés, que se sitúan así ya en el 1,75%.
La medida de la Fed busca desesperadamente luchar contra una inflación acelerada en Estados Unidos, que en mayo marcó su nivel más alto en 30 años, al situarse en el 8,6% empujada principalmente por el fuerte encarecimiento de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
Esto supone un incremento 25 puntos superior a las alzas de 50 puntos básicos que había barajado el banco central estadounidense en las últimas semanas para sus próximas reuniones. La Fed no acometía una subida de tipos de 75 puntos básicos desde noviembre de 1994, bajo la presidencia de Alan Greenspan.
En su lucha contra las presiones inflacionarias, agravadas ahora por la invasión rusa de Ucrania, la Reserva Federal subió los tipos un cuarto de punto en marzo de este año, por primera vez desde diciembre de 2018. Dos meses después, la Fed los volvió a incrementar, esta vez en medio punto, en la mayor alza efectuada desde comienzo de siglo. Era la primera vez en 22 años que el banco central estadounidense acordaba una subida tan drástica del tipo interbancario, ya que habitualmente acomete alzas de un cuarto de punto.
Hasta ese momento, la mayor alza se había producido en mayo de 2000, con un incremento de 50 puntos básicos para evitar un mayor calentamiento de la economía, tras nueve años de constante expansión. La mayor subida de tipos de la economía estadounidense en tiempos modernos se produjo en 1980, cuando con Paul Volcker al frente del banco central, aumentaron considerablemente para combatir una crisis de inflación sin precedentes. La política monetaria restrictiva elevó los tipos entonces hasta un récord del 20 %, cuando la media de 1979 era del 11,2 %.