Tierra quemada.
Evidentemente escocidos por el revolcón que les pegó en las urnas, Joe Biden y los gerifaltes demócratas parecen decididos a sembrar de obstáculos la presidencia de Donald Trump, quien retornará a la Casa Blanca este 20 de enero den 2025.
De todas formas y maneras.
El vetusto Biden ha soltado en lo que ya son sus últimas horas como presidente del país más poderosos del mundo una advertencia apocalíptica.
En su mensaje de despedida de la Casa Blanca, el demócrata afirma: «Está tomando forma en EE.UU. una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza nuestra democracia».
Esta declaración es una ‘bomba‘ en el paisaje político estadounidense, porque reaviva debates sobre la desigualdad económica y la influencia del dinero en la política.
Parece un intento de socavar la presidencia de su sucesor.
Biden -aconsejado por los kamalistas y los profetas de lo políticamente correcto- está adoptando medidas controvertidas e incluso consideradas insensatas por algunos, en un esfuerzo por mantener su relevancia política y cuestionar las políticas de la nueva administración.
Dr. Emily Lawson, analista política de la Universidad de Columbia, comenta: «Las declaraciones de Biden reflejan una creciente preocupación entre los demócratas sobre la concentración de riqueza y poder en manos de unos pocos. Sin embargo, la forma en que ha elegido expresar estas preocupaciones, especialmente en el contexto de su salida de la Casa Blanca, podría ser contraproducente y profundizar aún más las divisiones políticas en el país.»
Por su parte, John Mercer, experto en relaciones internacionales del Brookings Institution, señala: «Las acciones de Biden en política exterior, especialmente con respecto a Ucrania y Cuba, parecen estar diseñadas para crear un legado duradero y dificultar cualquier cambio radical de rumbo por parte de la administración Trump. Sin embargo, estas medidas también corren el riesgo de complicar las relaciones internacionales de Estados Unidos en un momento de creciente tensión global.»
Política exterior
Una de las acciones más polémicas de Biden ha sido su continuo apoyo la continuación de la guerra en Ucrania.
El envío de misiles estadounidenses de largo alcance y la autorización a Kiev para usarlos en profundidad contra Rusia, aumentar las tensiones internacionales y escala el conflicto.
En otro movimiento controvertido, Biden ha tomado la decisión de sacar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo.
Esta acción ha sido vista por sus críticos como un intento de deshacer las políticas de la administración Trump y ha generado un intenso debate sobre la postura de Estados Unidos hacia el régimen castrista.
Indultos
Los indultos otorgados por Biden en sus últimos días en el cargo también han sido objeto de escrutinio.
Críticos argumentan que han sido utilizados como herramientas políticas para favorecer a aliados y simpatizantes, lo que alimenta aún más las acusaciones de abuso de poder.
El contraste con las políticas de Biden y lo que anuncia Trump es clamoroso.
Se avecina un giro copernicano y en todos los ámbitos, empezando con el desmantelamiento de la «censura woke» y el fin en redes sociales e incluso en medios de comunicación de la «tiranía de lo políticamente correcto».
Trump, arropado por Elon Musk, implementará políticas destinadas a proteger la libertad de expresión en campus universitarios y han criticado duramente a las empresas de redes sociales por lo que consideran una supresión del discurso conservador.
LAS FIGURAS DE TRUMP
- Mike Pompeo: Como Secretario de Estado, Pompeo ha sido fundamental en la implementación de una política exterior más asertiva.
- Ron DeSantis: Aunque no es miembro del gabinete, el gobernador de Florida se ha convertido en una figura influyente en la política republicana y un posible sucesor de Trump.
- Tucker Carlson: El ex presentador de Fox News ha sido nombrado asesor de comunicaciones, señalando un enfoque más combativo en las relaciones con los medios.