A horas de la investidura del hombre más poderoso del mundo

Estos son los retratos oficiales de Trump y Vance, presidente y vicepresidente de EEUU

El gesto adusto del presidente electo evoca su famosa foto policial de 2023

Trump y Vance en sus retratos oficiales
Trump y Vance en sus retratos oficiales. PD

Todo tiene significadto.

O al menos intención.

A horas de su segunda toma de posesión como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha vuelto a sacudir la escena política con la publicación de su retrato oficial.

La imagen, difundida el jueves 16 de enero de 2025 por el equipo de transición Trump-Vance, ha generado un intenso debate en los medios y las redes sociales, no tanto por su calidad artística como por las reminiscencias que evoca.

El retrato muestra a un Trump serio, con el ceño ligeramente fruncido y mirando directamente a la cámara.

Viste un traje azul, camisa blanca y corbata azul, complementado con un pin de la bandera estadounidense en la solapa.

Lo que ha llamado poderosamente la atención es el parecido de su expresión y el ángulo de su cabeza con la famosa foto policial tomada en agosto de 2023 en la cárcel del condado de Fulton, Georgia.

Un retrato con historia

El fotógrafo oficial de TrumpDaniel Torok, fue el primero en compartir las imágenes en redes sociales el miércoles.

Junto al retrato del presidente electo, se publicó también el de su vicepresidente, JD Vance, quien aparece con una ligera sonrisa y los brazos cruzados.

La publicación de estos retratos es una tradición en la política estadounidense, sirviendo como imagen oficial durante el período de transición y, potencialmente, más allá.

Sin embargo, es importante distinguir estos retratos de los clásicos retratos presidenciales de la Casa Blanca, que suelen realizarse y presentarse con posterioridad.

El equipo de transición Trump-Vance no escatimó en entusiasmo al presentar las imágenes.

En un correo electrónico enviado a los medios, el asunto rezaba: «Retratos oficiales publicados – Y son impactantes», acompañado de un emoji de fuego.

Esta presentación informal y casi juvenil contrasta con la solemnidad habitual de estas comunicaciones, reflejando el estilo poco convencional que ha caracterizado a Trump desde su entrada en la política.

Comparaciones inevitables

La similitud entre el nuevo retrato de Trump y su foto policial de 2023 no ha pasado desapercibida.

Numerosos analistas y comentaristas políticos han señalado el parecido, generando especulaciones sobre si se trata de una elección deliberada o una coincidencia.

Sarah Goldstein, profesora de Comunicación Política en la Universidad de Columbia, comenta:

«Es difícil creer que la similitud sea accidental. Trump ha demostrado repetidamente su habilidad para convertir momentos aparentemente negativos en rallys para su base. Este retrato podría ser otra manifestación de esa estrategia».

Por su parte, Robert Dallek, historiador presidencial, ofrece una perspectiva histórica:

 «Los retratos presidenciales siempre han sido una forma de comunicación política. Desde la sonrisa confiada de Kennedy hasta la pose pensativa de Obama, cada imagen busca transmitir un mensaje. El gesto desafiante de Trump parece ser una continuación de su narrativa de ‘outsider’ enfrentado al sistema».

Función y aprobación de los retratos oficiales

Es importante entender el papel que juegan estos retratos en la maquinaria gubernamental estadounidense.

Aunque no son los retratos oficiales de la Casa Blanca, que se realizan generalmente durante el mandato, estas imágenes servirán como la representación visual oficial de Trump y Vance durante el período de transición y posiblemente durante los primeros meses de su administración.

El proceso de aprobación de estos retratos suele ser interno, decidido por el equipo del presidente electo en consulta con fotógrafos y asesores de imagen.

No requieren una aprobación formal por parte de ninguna institución gubernamental, lo que otorga al equipo de transición una considerable libertad creativa.

Un retrato, múltiples interpretaciones

Las reacciones al retrato de Trump han sido tan diversas como polarizadas.

Sus seguidores ven en la imagen a un líder fuerte y decidido, dispuesto a enfrentarse a cualquier adversidad.

Sus críticos, por otro lado, interpretan la expresión como un recordatorio de sus problemas legales y su controvertido primer mandato.

John Smith, estratega político republicano, opina: «Trump está capitalizando su imagen de luchador incansable. Para su base, esa foto policial fue un símbolo de persecución política. Al evocarla en su retrato oficial, está reafirmando su narrativa de outsider contra el establishment».

En contraste, Jane Doe, analista política demócrata, argumenta: «Es un movimiento arriesgado. Mientras que para sus seguidores puede ser un símbolo de resistencia, para muchos otros es un recordatorio de las múltiples acusaciones legales que enfrenta. No es la imagen típica que un presidente electo querría proyectar».

El nuevo retrato de Trump marca un claro contraste con su retrato oficial de 2017, donde aparecía sonriente en la Casa Blanca.

También difiere significativamente de los retratos de otros presidentes recientes, que generalmente han optado por proyectar una imagen más cálida y accesible.

Michael Green, historiador de la presidencia estadounidense, contextualiza: «Históricamente, los presidentes han buscado proyectar una imagen de estadistas serenos y confiables. El retrato de Trump rompe con esta tradición, reflejando quizás la naturaleza no convencional de su presidencia».

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