La ofensiva para reducir la burocracia es feroz.
Y Elon Musk es estratega clave, el general que dirige las operaciones.
A las 00:34 de este 3 de febrero de 2025, los empleados de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) recibieron un correo electrónico inesperado: «La sede central en el edificio Reagan permanecerá cerrada este lunes. Todo el personal trabajará en remoto excepto mantenimiento crítico».
El mensaje, obtenido por CNN, marca el último capítulo de una campaña para desmantelar una de las instituciones clave de la política exterior estadounidense desde 1961.
El cierre coincide con declaraciones de Elon Musk en X Spaces: «Trump y yo acordamos cerrar USAID. No es una manzana con un gusano, es un montón de gusanos».
El magnate, designado por el presidente Donald Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lleva semanas auditando agencias federales con un objetivo: reducir $1 billón del gasto público.
Las medidas clave de Trump hasta hoy
Desde su toma de posesión el 20 de enero, Trump ha implementado un shock administrativo sin precedentes:
- Congelación de la ayuda exterior (27 de enero):
- Suspensión por 90 días de todos los programas de asistencia internacional.
- 60 altos cargos de USAID despedidos por «obstrucción».
- 600 contratistas externos de la agencia, en leave sin sueldo.
- Acceso de DOGE a datos sensibles:
- Musk obtuvo control sobre los sistemas de pagos del Tesoro, incluyendo Seguridad Social y Medicare.
- Dos responsables de seguridad de USAID suspendidos por negar acceso a información clasificada a equipos de Musk.
- Nuevas tarifas arancelarias (1 de febrero):
- 25% a importaciones de México y Canadá (10% para energía).
- 10% a productos chinos.
El método Musk: Silicon Valley vs. la burocracia
El CEO de Tesla y SpaceX aplica en Washington la misma cultura de la hiperproductividad que en sus empresas:
- Horarios maratonianos: «En DOGE trabajamos 120 horas semanales. La burocracia hace 40. Por eso pierden», tuitió Musk.
- Tácticas de presión: Equipos de DOGE con badges de visitante interrogan a empleados en sedes federales.
- Control financiero: El acceso al sistema de pagos del Tesoro permite bloquear transferencias «no alineadas con las prioridades del presidente».
Ejemplo práctico: Cuando el Director de Sistemas del Tesoro, David Lebryk, se negó a dar acceso ilimitado a DOGE, Musk lo tachó de «obstructor» en X. Lebryk renunció 48 horas después.
USAID: ¿por qué la tienen en la mira?
Fundada por John F. Kennedy en 1961, la agencia gestiona $30 mil millones anuales en ayuda humanitaria. Trump y sus aliados la acusan de:
- Activismo progresista: «Promueven ideología de género y el Green New Deal en países pobres», según el portavoz de la Casa Blanca.
- Ineficiencia: Musk asegura que «aprueban pagos a grupos terroristas sin verificar».
- Autonomía política: «Está controlada por lunáticos radicales», dijo Trump a periodistas el domingo.
Impacto inmediato:
✅ Programas de vacunación en África Subsahariana paralizados.
✅ 3.200 empleados de ONGs vinculadas a USAID despedidos en Latinoamérica.
✅ Fotografías de proyectos humanitarios retiradas de las paredes de la sede.
La batalla legal (y política)
Demócratas y grupos civiles han reaccionado:
- Elizabeth Warren (senadora por Massachusetts):
«Musk accede a datos personales de millones sin supervisión. Es un riesgo para la seguridad nacional». - Demanda colectiva: Cuatro ONGs denuncian que la congelación de fondos viola la Ley de Control Presupuestario.
- Advertencia de expertos: «Trump necesita aprobación del Congreso para cerrar USAID, pero puede asfixiarla recortando su presupuesto», explica Sarah Miller, exfuncionaria del Tesoro.
¿Qué viene ahora?
- La página web de la agencia será absorbida por el Departamento de Estado.
- 1.200 empleados serán transferidos a otras dependencias antes de marzo.
- Los programas en Ucrania y Taiwán seguirán activos por «interés estratégico».
Mientras, en Wall Street, las acciones de Tesla y SpaceX suben un 7% y 12% respectivamente desde el 20 de enero.
Para Musk, la ecuación es clara: menos Estado = más contratos privados. En perspectiva:
El ataque a USAID no es un hecho aislado. Es la punta de lanza de un proyecto que busca:
🔹 Reducir un 15% la plantilla federal para 2026.
🔹 Externalizar servicios públicos a empresas tecnológicas.
🔹 Reescribir tratados comerciales bajo la doctrina America First.
La pregunta ahora es cuántas instituciones inútiles, redundantes o sobredimensionadas, sobrevivirán al rodillo compresor Trump-Musk.