Las elecciones celebradas este 11 de marzo de 2025 en Groenlandia han arrojado un resultado sorprendente que podría cambiar el rumbo político de la isla ártica.
El partido centrista Naleraq, que defiende una independencia rápida de Dinamarca, ha emergido este martes como la fuerza más votada con aproximadamente el 30% de los sufragios.
Este resultado, que aún no incluye los decisivos votos de la capital Nuuk, supondría duplicar el apoyo obtenido en los comicios de 2021 y marcaría un punto de inflexión en el panorama político groenlandés.
Por primera vez en 46 años de autonomía, ni el Siumut ni el Inuit Ataqatigiit (IA), los partidos que tradicionalmente han liderado los gobiernos, se alzarían con la victoria.
El factor Trump y la geopolítica
La campaña electoral ha estado fuertemente influenciada por las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha reiterado en varias ocasiones su deseo de adquirir Groenlandia. Apenas 24 horas antes de que comenzaran las votaciones, Trump lanzó un mensaje en su red social Truth Social prometiendo «invertir miles de millones de dólares en Groenlandia para crear nuevos puestos de trabajo y haceros ricos».
Estas declaraciones han intensificado el debate sobre la independencia y el futuro de la isla, relegando a un segundo plano otros temas de campaña como la sanidad, la educación y la vivienda. La injerencia de Trump ha generado reacciones diversas entre la población groenlandesa, con una mayoría que rechaza la idea de convertirse en parte de Estados Unidos, según una encuesta reciente que indica que el 85% de los groenlandeses se opone a esta posibilidad.
El panorama político post-elecciones
El resultado provisional muestra un escenario político fragmentado:
- Naleraq: 30% (partido centrista independentista)
- Demokraatit: 24,5% (liberal)
- Siumut: 21% (socialdemócrata)
- Inuit Ataqatigiit (IA): 14,2% (socialista, partido del actual primer ministro)
- Atassut: 8% (liberal)
El Naleraq, que podría haberse beneficiado de su oposición a una polémica ley sobre pesca, defiende la firma de un tratado de libre asociación con Estados Unidos a cambio de seguridad y apoyo económico, sin descartar acuerdos similares con Dinamarca u otros países nórdicos.
Implicaciones para el futuro de Groenlandia
Estas elecciones podrían marcar un punto de inflexión en la relación de Groenlandia con Dinamarca y en su posición geopolítica. Aunque la mayoría de los partidos apoyan la independencia, difieren en los plazos y estrategias para alcanzarla.
Groenlandia, que cuenta con una población de aproximadamente 57.000 habitantes, depende en gran medida de la ayuda económica de Dinamarca, que aporta el 40% de los ingresos totales de la isla. Además, la economía groenlandesa se sustenta principalmente en la pesca, que representa el 90% de sus exportaciones.
El nuevo Estatuto de Autonomía de 2009 reconoce el derecho de autodeterminación de Groenlandia mediante un referéndum, cuyas condiciones deberían ser negociadas con Dinamarca. El resultado de estas elecciones podría acelerar este proceso y redefinir las relaciones de la isla tanto con Dinamarca como con otras potencias internacionales.
La alta participación registrada en estas elecciones, que incluso obligó a extender el horario de votación en Nuuk, refleja la importancia que los groenlandeses otorgan a este momento histórico. El futuro gobierno que surja de estos comicios tendrá la tarea de navegar las complejas aguas de la geopolítica ártica, equilibrando las aspiraciones de independencia con las realidades económicas y las presiones internacionales.
En los próximos días, a medida que se complete el escrutinio y se conozcan los resultados definitivos, se irá perfilando el nuevo mapa político de Groenlandia y las posibles coaliciones de gobierno. Lo que está claro es que estas elecciones han marcado un antes y un después en la historia política de la isla, abriendo un nuevo capítulo en su camino hacia la autodeterminación.