Es, según la policía, el que le organizaba las fiestas con prositutas –léase orgías– el jefe del gobierno italiano.
«Gianpaolo Tarantini fue detenido en el aeropuerto por tráfico de droga, pero también por riesgo de fuga y porque habría podido manipular las pruebas en su contra».
Son las palabras de Antonio Laudati, fiscal de Bari, este viernes.
La fiscalía de Bari abrió varios meses atrás una investigación contra dos empresarios, los hermanos Tarantino, sospechosos de corrupción para obtener partes de mercado.
Las escuchas telefónicas realizadas en el marco de esta investigación levantaron sospechas de tráfico de droga y de «incitación a la prostitución», ante el dinero que Giampaolo Tarantini, que conoce a Silvio Berlusconi, propuso a chicas de compañía para pasar la noche en dos residencias del jefe de Gobierno, en Roma y en Cerdeña.
Berlusconi nunca ha negado la celebración de tales fiestas, si bien ha matizado que no sabía que las jóvenes cobraban por asistir a ellas.