El convoy, que cubría el trayecto de Moscú a San Petersburgo, llevaba 661 pasajeros

Un atentado contra un tren provoca más de 26 muertes en Rusia

La policía investiga la pista chechena tras la bomba contra el «Nevski Express»

el próximo 18 de diciembre entrarás en servicio del primer tren ruso de alta velocidad, el Sapsán

Aunque los atentados terroristas siguen siendo frecuentes en las repúblicas del Cáucaso Norte, hacía tiempo que no se registraban en el resto de Rusia.

El periodo de tranquilidad se rompió a última hora del viernes con un nuevo ataque -el segundo en dos años- contra el tren de pasajeros «Nevski Express», que hace el recorrido entre Moscú y San Petersburgo.

El «Nevski Express» -«Luxury Travel on the Nevsky Express in Russia«- ya sufrió una primera embestida terrorista en 2007. Entonces se produjeron 60 heridos. Pero ahora el balance ha sido mucho peor, una treintena de muertos, 18 desaparecidos y 96 heridos, de los que 60 permanecen hospitalizados.

A MEDIO CAMINO

El tren descarriló el viernes a las 21.34 hora local (dos menos, hora peninsular española), muy cerca del pueblo de Uglovka y a 25 kilómetros de Bologoye, a medio camino entre Moscú y San Petersburgo.

Como adelantó el mismo viernes Rafael M. Mañueco en ABC, lo sucedido fue consecuencia de la explosión de una bomba colocada en la vía.

Así fue informado el presidente, Dmitri Medvédev, por parte del director de los servicios secretos (FSB), Alexánder Bórtnikov.

El artefacto, según Bórtnikov, tenía una potencia equivalente a siete kilogramos de TNT, y en el suelo fue hallado un cráter de metro y medio de diámetro y 70 centímetros de profundidad.

Las autoridades priorizan la posibilidad de la «pista chechena», sin descartar otras líneas de investigación.
El primero en avanzar la versión del atentado terrorista fue el director de los ferrocarriles rusos (RZhD), Vladímir Yakunin.

Sin embargo, la Fiscalía General insistía en que alguien pudo transportar explosivos dentro del vagón y la detonación fuera involuntaria. El expediente instruido habla precisamente de las dos posibilidades, atentado terrorista y tráfico de explosivos.

EL DESCARRILAMIENTO

La deflagración hizo que descarrilaran los tres últimos vagones del convoy, justo en el momento en el que la velocidad era de 200 kilómetros por hora.

En su interior viajaban un total de 682 pasajeros. Este sábado por la tarde, durante la reunión de la célula de crisis gubernamental, Yakunin aseguró:

«Se encontró un segundo artefacto, a las 14.00 horas del sábado, que estalló, pero no con toda su intensidad. No llegó a causar daños».

El director de RZhD dijo no tener la menor idea de quiénes han podido ser los autores del atentado mientras el primer vice-primer ministro, Víctor Zubkov, declaró que la célula seguirá reunida «mientras no se hayan adoptado las medidas necesarias para atender a los heridos, recoger cualquier indicio útil y limpiar la vía». Medvédev presidió el encuentro.

LOS ULTRAS DE COMBAT 18

Un activista de la organización nacionalista Movimiento contra la Inmigración Ilegal (DPNI) escribía ayer en su «blog» que la bomba fue colocada por un grupo ultra denominado «Combat-18». Tales informaciones eran después desmentidas por la dirección de DPNI.

Oficialmente, el número de muertos se elevó a 26 personas. Se llegó a hablar incluso de 39 fallecidos. Testigos presenciales afirman haber visto más de 30 cadáveres.

Marina Grídneva, portavoz de la Fiscalía General, advirtió que aún no se ha precisado el número exacto de víctimas mortales. De los 96 heridos, 60 tuvieron que ser internados en hospitales cercanos.

Los más graves tuvieron que ser trasladados en helicóptero a Moscú y San Petersburgo.

Según la ministra de Sanidad, Tatiana Gólikova, «por lo menos la mitad de los heridos presentan traumatismos de gravedad».

El ministro de Protección Civil, Serguéi Shoigu, fue el que habló de la existencia de al menos 18 desaparecidos. Él mismo admitió más tarde que «es posible que algunos hayan abandonado el lugar por su propio pie y otros estén siendo atendidos por vecinos de las casas circundantes».

HOMBRES DE NEGOCIOS

El «Nevski Express» es un tren frecuentado por hombres de negocios y miembros de la Administración. Entre los fallecidos hay varios funcionarios de alto rango, el ex senador y jefe del Servicio Federal de Carreteras Serguéi Tarásov, y Borís Evstrátikov, director de la Agencia Federal de Reservas Estatales de Rusia.

A bordo del ferrocarril viajaban también extranjeros, sobre todo ciudadanos finlandeses. Sin embargo, el que peor fortuna ha tenido es un italiano de 57 años, que se encuentra hospitalizado en San Petersburgo en estado grave.

Esta acción terrorista demuestra hasta qué punto es vulnerable la principal línea férrea de Rusia, entre las dos ciudades más importantes del país.

Precisamente, para el próximo 18 de diciembre está prevista la entrada en servicio del primer tren ruso de alta velocidad, el «Sapsán».

Recorrerá este mismo trayecto en menos de cuatro horas, pasando por el lugar de la explosión.

El Comité Antiterrorista Nacional de Rusia señala en un reciente informe que las principales amenazas de atentados en el país parten de tres fuentes: los guerrilleros chechenos, los grupos islamistas y las organizaciones ultranacionalistas.

 

 

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