Los oficiales que ordenaron las matanzas fueron absueltos pero quienes las ejecutaron son condenados
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John Demjanjuk ha llegado a los juzgados en una silla de ruedas, con una gorra de béisbol y con aspecto de encontrarse inconsciente. Acusado de colaborar en la muerte de unas 27.000 personas, este ex guardia nazi es ahora juzgado en Munich.
Tiene ya 89 años, es de origen ucraniano y los delitos que cometió no prescriben nunca. Se le acusa de ser el guardia que condujo a miles de judíos a las cámaras de gas en el campo de concentración de Sobibor, en Polonia.
Ulrich Busch, su abogado, alega en la defensa de su cliente su delicada salud y un carnet del acusado que demuestra que no fue guardia en aquel campo:
«Anque se pruebe el pasado nazi de mi cliente, los oficiales que ordenaron las matanzas fueron absueltos pero quienes las ejecutaron son condenados».
«John Demjanjuk fue obligado a matar so pena de perder su propia vida. Este anciano, vulnerable y aterrorizado por un juicio en los últimos días de su vida, tuvo que ejecutar los trabajos que los verdaderos nazis le impusieron. Su tragedia está en la misma posición que la de las víctimas de ese campo de concentración».
Thomas Steinkrauz, fiscal:
«De acuerdo con los expedientes de la investigación judicial que da pie a este proceso, todo, absolutamente todo el personal que trabajó en Sobibor participó activamente en el exterminio de judíos».