La canciller alemana, Angela Merkel, cree que la crisis del euro ha demostrado la necesidad de que los socios de la Unión Europea (UE) acerquen mucho más sus políticas financieras.
«A la larga sólo podremos garantizar la estabilidad del euro si Europa se arrima mucho más en su política financiera. Esta es en realidad la consecuencia (de la crisis) que hay que sacar», dice Merkel en una entrevista que publica hoy el diario «Süddeutsche Zeitung».
Según Merkel, a la hora de armonizar más las políticas económicas y financieras, «no deben ser los débiles» los que impongan el alcance de las medidas sino «los más fuertes», pues de lo contrario la idea no puede funcionar.
Para la canciller, el paraguas de rescate del euro por 750.000 millones de euros aprobado el fin de semana pasado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional no soluciona por si solo la raíz de la crisis.
«El problema real son los elevados déficit presupuestarios de los países de la eurozona. Por eso Alemania insistió durante las negociaciones con sus socios en que los países deben poner en orden sus finanzas estatales y esforzarse por una mayor competitividad», dice la líder cristianodemócrata.
Merkel cree que las ayudas y la consolidación presupuestaria sólo son una parte de la solución de la crisis, y que la otra consiste en una mayor regulación de los mercados, algo en lo que Europa debe avanzar más rápidamente.
A la pregunta de si no siente vértigo cuando repasa las cifras astronómicas de los diversos paquetes de ayuda aprobados desde que estalló la crisis, Merkel responde con la anécdota de que cuando su gobierno decidió aprobar en otoño de 2008 el paquete de rescate bancario, ella se sentó a continuación en su despacho a comerse un plato de lentejas.
«¿Para prepararse para los tiempos de difíciles?», plantea el rotativo. «No, para responder a algo tan excepcional haciendo algo muy cotidiano. Eso siempre es importante», responde ella.
