La Alianza de las Civilizaciones aboga por el desarme y el respeto a las diferencias

La Alianza de las Civilizaciones aboga por el desarme y el respeto a las diferencias
. Agencia EFE

Líderes de varias partes del mundo abogaron hoy por el desarme, la solución pacífica de controversias y el respeto a las minorías y a la diversidad cultural y religiosa para poder construir sociedades sin conflictos, al intervenir en la jornada inaugural del III Foro de la Alianza de Civilizaciones.

El Foro, que se celebra hoy y mañana en Río de Janeiro con la participación de nueve jefes de Estado y de Gobierno y de delegados de un centenar de países, puso el dedo en la llaga de algunos problemas que inquietan a la humanidad y en la discriminación que sufren millones de personas en todo el mundo.

El polémico programa nuclear iraní, el desarme mundial, la discriminación de personas por su origen, cultura o creencias religiosas y hasta la crisis financiera estuvieron entre los asuntos abordados por los mandatarios en sus intervenciones.

«Brasil le apuesta al entendimiento que hace callar armas, invierte en la esperanza que supera el miedo, hace de la democracia política, económica y social su única y mejor arma», manifestó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión de la cita.

Lula señaló que, por su convicción de que los conflictos hay que arreglarlos mediante la negociación, fue que a mediados de este mes se reunió en Teherán con el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, y con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, para buscar «una solución negociada para un conflicto que amenaza mucho más que la estabilidad de una región importante del planeta».

El mandatario reiteró que «el mundo precisa de un Oriente Medio en paz» y al mismo tiempo defendió el derecho de los países a desarrollar programas nucleares con fines pacíficos.

Según Lula, «la promoción de una cultura de paz debe ser uno de los pilares centrales» de la Alianza de Civilizaciones, que definió como «una respuesta a los que pretendieron dividir a la humanidad con el choque de civilizaciones».

Por el desarme nuclear también abogó Erdogan, quien pidió a las potencias que destruyan sus arsenales atómicos para «luchar por la paz dando ejemplo».

«Los que hablan de prevención (para que Irán no tenga la bomba atómica) tienen las armas. Deberían apoyar sus palabras con acciones y luchar por la paz eliminándolas», dijo Erdogan en referencia a las potencias nucleares, que han cuestionado el compromiso asumido por Irán con Brasil y Turquía.

Erdogan defendió también la construcción de un mundo «donde nadie sea menospreciado», independientemente de raza, origen o religión.

Con el líder turco coincidieron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, quienes expusieron la necesidad de trabajar por sociedades inclusivas para que la convivencia entre diferentes sea pacífica.

«Tres cuartas partes de los conflictos mundiales hoy en día tienen un componente cultural», afirmó Ban.

El secretario general anotó que el papel de la Alianza de Civilizaciones es precisamente incentivar el acercamiento entre culturas y religiones mediante la educación y un trabajo con los jóvenes, para que dejen de ser víctimas de los radicalismos y se transformen en actores de la inclusión.

Fernández, por su parte, manifestó su preocupación por la propagación de legislaciones que discriminan a los inmigrantes y a mujeres y religiosos por su vestimenta, principalmente en los países desarrollados.

La presidenta definió como «señales preocupantes» esas formas de discriminación, en una referencia a la polémica por el uso de la burka en algunos países europeos, al tiempo que cuestionó el derecho de Occidente para intentar imponer su cultura en civilizaciones milenarias.

En la sesión inaugural también intervino Moratinos con una propuesta de celebración, en el marco de la Alianza, de un seminario sobre la protección de las minorías cristianas en los países árabes musulmanes para garantizar la libertad religiosa y su ejercicio.

El ministro intervino en representación del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien suspendió su viaje a Río de Janeiro a última hora para seguir de cerca las negociaciones de la reforma laboral en su país.

Moratinos alertó sobre la posibilidad de que la crisis financiera que sacude a Europa genere «tensiones culturales», razón por la cual abogó por luchar contra la xenofobia y el racismo desde el respeto y el diálogo.

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