El Rey ha subrayado este sábado, con motivo del XXV aniversario del ingreso de España y Portugal en el club europeo, que «la integración y la solidaridad entre europeos» eran entonces y son ahora «más necesarias que nunca», en su primer discurso institucional tras la operación a la que se sometió el pasado 8 de mayo para que le extirparan un nódulo pulmonar benigno.
En el acto institucional que ha conmemorado esta efeméride en el Salón de Columnas del Palacio Real, donde el 12 de junio de 1985 Felipe González firmó el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea, luego convertida en la UE, don Juan Carlos se mostró convencido de que «ninguno» de los grandes objetivos de España «puede lograrse sin contar con el resto de los pueblos del continente».
El Rey ha destacado «lo mucho» que el ingreso en la UE ha supuesto para «la estabilidad, el progreso y la modernización» de España y los «cambios sustanciales» que ha traído «en el nivel y la calidad de vida» de los españoles, en la «proyección exterior» del país, en el «fuerte crecimiento, la apertura y la expansión de la economía» nacional o en la mejora de las infraestructuras.
Antes que el Rey, se sucedieron los discursos de los ex jefes de Gobierno de España y Portugal que firmaron el Tratado, Felipe González y Mario Soares; de sus sucesores en la actualidad, José Luis Rodríguez Zapatero y José Sócrates; y de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, ante la Reina, los Príncipes de Asturias y 230 invitados.
Todos ellos coincidieron en un mismo mensaje, la necesidad de seguir avanzando en la construcción europea para ser más fuertes en un mundo globalizado.
El ex presidente del Gobierno español Felipe González puso la nota de color al permitirse lanzar una broma en su discurso al asegurar que «los viejos ‘rockeros’ del europeísmo como Soares y yo en estos momentos de crisis queremos más y mejor Europa».
González aseguró que estos 25 años de la pertenencia de España a la UE han sido «los más positivos de la historia española contemporánea» y recordó que, aunque fue su Gobierno el que firmó el Tratado de Adhesión, se trató de una tarea iniciada por Adolfo Suárez y continuada por Leopoldo Calvo Sotelo.
ECONOMIA SOCIAL FRENTE A UN CAPITALISMO DE CASINO
Abogó por que en este siglo XXI Europa reaccione con «mayor gobernanza económica» para estar «entre los ganadores». Tras advertir de que cada Estado miembro «tiene poco que hacer en el concierto internacional si no es capaz de sumar las sinergias» del resto de sus socios europeos, apostó por que Europa mejore su capacidad competitiva sin renunciar a su modelo de economía social de mercado, frente a un «capitalismo de casino» que ha traído la crisis actual.
Zapatero quiso hacer un reconocimiento a las «generaciones de hombres y mujeres que, en España y Portugal, lucharon por la recuperación de la libertad y por rescatar a nuestros pueblos de la oscuridad de la dictadura». «En su lucha por la democracia, ellos tuvieron siempre presente el designio europeo», afirmó.
Reconoció que en el proceso de construcción europea ha habido «pausas, dudas, tropiezos», pero «la voluntad europeísta, mezcla de necesidad y de convicción, ha acabado siempre abriéndose camino». «También ocurrirá ahora –vaticinó– ante el desafío crucial que este sábado vive la Unión Monetaria. La coordinación económica y los esfuerzos compartidos acabarán abriéndose camino. Y en ésta, como en las ocasiones precedentes en que Europa ha sentido vértigo ante un nuevo paso, España contribuirá a que la Unión lo dé, a que se decida y avance».
Si al comienzo de la presidencia española del Consejo de la UE «algunos ponían en duda la conveniencia de una mayor, y más rigurosa, coordinación de las políticas económicas, este sábado la fuerza de los acontecimientos nos ha llevado a actuaciones conjuntas de un alcance inimaginable poco tiempo atrás», subrayó.
El primer ministro portugués destacó que España y Portugal, en estos 25 años de pertenencia al club europeo, «nunca dudaron un minuto en avanzar en el proceso europeo», mientras que Soares consideró que esta crisis está llevando a un mayor desarrollo de Europa. «Ya se habla de un gobierno económico, necesitamos (también) un gobierno político que haga a Europa solidaria y con una dimensión en el mundo globalizado», añadió.
Barroso destacó la «profunda convicción europeísta del pueblo español» y se mostró convencido de que en estos momentos de crisis económica «la UE es nuestra mejor baza». «Juntos y no dispersos es como tenemos peso en la globalización», aseveró, por lo que hizo un llamamiento en favor de «una gran movilización» en favor de la integración europea, frente a los mensajes «populistas» de proteccionismo.
El presidente de la Eurocámara destacó como la adhesión de España y Portugal ha aportado a la Unión sus «relaciones con América Latina» y «estrechos lazos» con el Mediterráneo.
Entre los discursos, se intercaló un vídeo que repasó los momentos más importantes que España ha vivido como miembro de la UE, desde el acto de firma del Tratado de Adhesión, pasando por la entrada del euro o la firma del Tratado de Lisboa. Si el acto se abrió con la interpretación del himno de España se cerró con el europeo, el Himno de la Alegría.
MAS DE 200 INVITADOS
Entre los 230 invitados, figuraban entre otros los presidentes de Aragón, Marcelino Iglesias; Asturias, Vicente Alvarez Areces; Cantabria, Miguel Angel Revilla; Castilla-La Mancha, José María Barreda; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Galicia, Alberto Núñez Feijóo; La Rioja, Pedro Sanz; y Madrid, Esperanza Aguirre.
No faltaron tampoco el ex presidente del Gobierno José María Aznar, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves; las ministras de Sanidad, Trinidad Jiménez, y de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y los titulares de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y de Educación, Angel Gabilondo.
Acudieron asimismo el líder del PP, Mariano Rajoy, y su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, el diputado socialista Eduardo Madina, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, el economista y divulgador científico Eduard Punset, y varios ex ministros, entre otros.
