Komorowski gana las presidenciales polacas pero deberá ir a la segunda vuelta

Komorowski gana las presidenciales polacas pero deberá ir a la segunda vuelta
. Agencia EFE

Las elecciones polacas siguieron hoy el guión previsto y el liberal Bronislaw Komorowski fue el más votado, aunque sin alcanzar más del 50 por ciento de los votos, lo que le obligará a disputar la presidencia con el conservador Jaroslaw Kaczynski en la segunda vuelta, prevista para el 4 de julio.

Ambos candidatos se mostraron satisfechos por los primeros resultados de estos comicios, inicialmente previstos para otoño y adelantados tras la muerte del anterior jefe de estado, Lech Kaczynski, fallecido en un accidente aéreo el pasado diez de abril, en el que también perdieron la vida las 95 personas que le acompañaban, en su mayor parte miembros de la elite del país.

En una primera reacción tras conocerse el resultado de los sondeos, Bronislaw Komorowski, jefe de Estado en funciones como presidente del Parlamento, se mostró complacido con las cifras que le dan una ventaja de hasta 12 puntos sobre su rival y anunció que en la segunda vuelta luchará «intensamente» por cada voto, que será «como un auténtico premio».

«En la segunda vuelta tendrá lugar la elección entre dos visiones de Polonia, y nosotros tenemos que ganar por los polacos, por la democracia», afirmó por su parte Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo de Lech Kaczynski, ante a un electorado exultante por los resultados, ya que las aspiraciones conservadoras eran forzar la votación del 4 de julio para buscar entonces dar la sorpresa.

Los sondeos llevados a cabo a pie de urna para la cadena privada de televisión TVN24 atribuyen a Kaczynski el 33 por ciento de los votos, mientras que el liberal Bronislaw Komorowski habría sido el más apoyado, con el 45 por ciento de los sufragios.

Por su parte, la cadena pública TVP indica que el político liberal habría obtenido el 41 por ciento de los votos, mientras que Kaczynski habría rozado el 36 por ciento.

A la espera de los resultados oficiales, que previsiblemente se conocerán este lunes, todo apunta a que habrá que esperar a la segunda vuelta del 4 de julio para la elección definitiva del nuevo presidente polaco, votación en la que el candidato liberal también es favorito y las encuestas publicadas días atrás por medios locales pronostican que conseguiría el 52 por ciento de los votos.

Sin embargo la mayoría de analistas políticos consideran que hay que desconfiar de estas previsiones, ya que en esa segunda cita todo es posible y, de hecho, podría producirse algo similar a lo sucedido en las anteriores elecciones presidenciales, cuando el fallecido Lech Kaczynski se impuso también en una segunda ronda al hoy primer ministro, Donald Tusk, contra todos los pronósticos.

De hecho, el propio Tusk reconocía que «suspiró con alivio» tras ver los resultados de los sondeos ofrecidos tras el fin de la jornada electoral por las diferentes cadenas de televisión.

La votación de hoy supone, pese a todo, una apuesta del pueblo polaco por la derecha europeísta de Komorowski, ante la compleja amalgama nacionalista, socialista y tradicionalista que representa Jaroslaw Kaczynski.

Y es que, aunque los candidatos liberal y conservador son ambos católicos practicantes, defensores de los valores familiares y tradicionales, otros muchos factores les alejan políticamente.

El hermano gemelo del anterior presidente, Jaroslaw Kaczynski, ha basado su campaña en llamadas a la solidaridad ante los desastres nacionales y en un mensaje patriótico ante la UE, mientras que Komorowski ha defendido el diálogo, la plena integración en Europa y la moderación.

La adopción del euro es otro de los puntos que mantiene alejados a ambos políticos, ya que Komorowski es partidario de la adopción de la moneda única lo antes posible, mientras que Kaczynski defiende retrasarla e incluso ha propuesto someterla a un referéndum.

Según los resultados de las encuestas a pie de urna difundidas tras el cierre de los colegios por las dos cadenas de televisión, el tercer candidato más votado habría sido el líder de la izquierda polaca, Grzegorz Napieralski, con entre el 13 y 14 por ciento de los escrutinios, seguido del monárquico independiente Korwin Mikke, que superaría ligeramente el dos por ciento.

Los datos difundidos confirman la abstención anunciada, con un índice de participación que habría estado en el 52,3 por ciento según TVN24, y en el 54 por ciento según TVP.

Estos datos supondrían un pequeño aumento con respecto a las pasadas presidenciales de 2005, cuando un 49 por ciento de los polacos con derecho a voto acudieron a las urnas, aunque quedan por detrás del 60 y 62 por ciento registrado en los comicios de 2000 y 1995, respectivamente.

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