La presidencia belga aboga por un funcionamiento «coherente» de las instituciones

Bélgica, país que desde este jueves, 1 de julio, ostenta la presidencia de la Unión Europea, aboga por un funcionamiento «coherente» de las instituciones comunitarias que permita obtener «resultados concretos», especialmente en el contexto actual de «crisis económica, financiera y social», según afirmó el embajador belga en España, Johan Swinnen.

Al explicar el lema de la presidencia belga de la UE, ‘Juntos para una Europa en acción’, Swinnen destacó la importancia de que haya una «coherencia en el funcionamiento» de las instituciones y estructuras europeas «para que su trabajo se traduzca en acción, en resultados concretos».

En esta labor, la ‘presidencia en equipo’, formada por Bélgica, España y Hungría –el país que encabeza la UE actualmente, el que la lideró el pasado semestre y el que sucederá a Bélgica en el primer semestre de 2011–, tiene un papel relevante porque «puede mostrar que la nueva Europa está en marcha y que está cerca de las preocupaciones de los ciudadanos».

El embajador español en Misión Especial para Proyectos en el Marco de la Unión Europea, Carlos Carnero, llamó la atención sobre la importancia que puede tener esta ‘troika’, ya que España y Bélgica son dos países «radicalmente europeístas» y Hungría forma parte de aquellos que se unieron a la UE en el último proceso de ampliación.

La embajadora de Hungría en España, Edit Bucsi-Szabo, indicó, por su parte, que cuando su país presida la UE «continuará el legado y consolidará los logros» de las presidencias de España y Bélgica.

SITUACION INTERNA BELGA

Swinnen dejó claro que la situación política interna de Bélgica –que, previsiblemente, no tendrá un nuevo Gobierno hasta el próximo mes de octubre– no va a afectar al trabajo de la presidencia de turno del Consejo Europeo.

En primer lugar, porque aunque es una tarea «muy seria», «se ha estado preparando durante dos años» con la ‘troika’ y con los gobiernos y parlamentos regionales belgas, que también tienen su papel en la presidencia de la UE. En segundo lugar, porque Bélgica es un país que tiene muchos políticos y funcionarios «expertos» en temas europeos, y posiblemente el futuro gobierno también tenga experiencia en ese ámbito, pronosticó.

Bélgica asume la presidencia europea –por duodécima vez– en un semestre marcado todavía por la crisis económica y financiera y los cambios en el ámbito del gobierno económico internacional y por el Tratado de Lisboa.

Respecto al Tratado, Swinnen aseguró que Bélgica tratará de «consolidarlo» y trabajar para «aplicarlo en letra y espíritu» y que colaborará estrechamente con el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y con la Alta Representante para la Política Exterior y la Seguridad Común, Catherine Ashton, así como con la Comisión y el Parlamento.

El embajador también señaló que lo más importante será la aprobación de la decisión relativa a la creación del Servicio Europeo para la Acción Exterior. Dejó claro que durante el periodo de transición –que se prevé que concluya antes de 2011–, Bélgica permanece «a la disposición» de Ashton y de su equipo para apoyarles en lo que necesiten.

Igualmente, se concluirá el trabajo iniciado por la presidencia española de la UE para la aprobación de la legislación para la creación de la Iniciativa Ciudadana Europea y se intentará avanzar en las negociaciones para la adhesión de la UE a la Convención Europea de Derechos Humanos.

PROGRAMA

El programa de la presidencia belga de la UE, «completamente integrado» en el programa de 18 meses de la presidencia en equipo, tiene cinco prioridades básicas. La primera es la lucha contra la crisis económica y la promoción de la modernización económico-financiera, en el marco de la cual surge la necesidad de crear un «mecanismo sostenible» de lucha contra la crisis y de una «disciplina presupuestaria más rígida».

Bélgica prestará atención al desarrollo de la estrategia europea para el crecimiento y el empleo denominada ‘Europa 2020’ y tendrá una agenda legislativa importante en materia de normativa y vigilancia financiera. En el ámbito internacional, tratará de coordinar las posiciones de la UE en el seno del G-20.

La segunda prioridad es la lucha contra el cambio climático y los aspectos medioambientales en general. En este punto, Bélgica dará una especial importancia, según dijo el embajador, a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se celebrará en Cancún (México) el próximo diciembre.

Por otro lado, Bélgica fomentará las negociaciones en curso de la UE con los países que desean adherirse al bloque, «apoyando firmemente la apertura y el diálogo» pero actuando principalmente como «facilitador». En cuanto a la dimensión social de la UE, se prestará atención al Año Europeo de la Lucha contra la Pobreza (2010) y se seguirá la elaboración de la Agenda Social de la Comisión de 2008.

Por último, la presidencia belga de la UE ejecutará el plan de acción del Programa de Estocolmo, que define el marco de futuras actividades con el fin de reforzar la cooperación judicial en asuntos civiles y penales, la lucha contra la delincuencia a nivel de la Unión, el acceso al territorio, el asilo y la inmigración y una actuación externa reforzada en estos sectores.

CITAS IMPORTANTES

Durante este semestre que ha comenzado habrá 27 Consejos formales y 16 Consejos informales a nivel ministerial. Además, se celebrarán los siguientes encuentros internacionales a nivel de jefes de Estado y jefes de Gobierno: UE-Rusia, UE-Ucrania, UE-Estados Unidos, UE-Brasil, UE-Sudáfrica, UE-China, UE-India, UE-Corea del Sur, UE-Africa (Libia, 29 y 30 noviembre) y la Cumbre ASEM 8 (Asia-Europe Meeting, en Bruselas, el 4 y el 5 octubre).

Swinnen hizo hincapié en la importancia de la cumbre con Africa y la cumbre con Estados Unidos. A su juicio, «la UE necesita unas relaciones más activas con Africa» porque «no se puede dejar» que sean sólo India y China los que se impliquen en Africa, ya que Europa también puede tener un papel fundamental allí.

En el encuentro con Estados Unidos se abordarán cuestiones como el cambio climático, la nueva estrategia de la OTAN, la lucha contra el terrorismo (y, en este contexto, el tema de la información sobre los datos bancarios), el gobierno económico internacional, las relaciones con otras partes del mundo (Latinoamérica, los países emergentes) o la situación en Oriente Próximo, detalló.

TEMAS DE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA

El embajador también se refirió a varios temas en los que ha estado trabajando la presidencia española de la UE durante el último semestre, como la revisión de la posición común de la UE respecto a Cuba o la euroorden de protección a las víctimas de malos tratos.

Swinnen opinó que «en los últimos meses han ocurrido en Cuba cosas preocupantes pero también esperanzadoras» y se mostró convencido de que «entre entidades soberanas podemos mantener relaciones maduras y mutuamente respetuosas». Aseguró que Bélgica está «muy interesada» en hacer progresos en el tema de Cuba y en las relaciones con Latinoamérica en general.

En cuanto a la euroorden de protección, que España no ha conseguido que saliera adelante, el embajador declaró: «Estamos muy de acuerdo con esta ambición española». Por ello, añadió, «intentaremos avanzar cooperando con el Parlamento Europeo».

Por último, Swinnen informó de que los costes de la presidencia belga de la UE ascenderán a 90 millones de euros –más o menos como la presidencia española–: 74 millones para actividades y funcionamiento y 16 millones para seguridad.

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