Las críticas de los diputados españoles ensombrecen en el Parlamento Europeo el balance de Zapatero

Las críticas de los diputados españoles ensombrecen en el Parlamento Europeo el balance de Zapatero

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) este martes. Zapatero hizo balance de la Presidencia española de la UE. EFE

EFE/Archivo

Los eurodiputados españoles, excluyendo a los socialistas, respondieron hoy con duras críticas al balance de la presidencia española de la UE que realizó el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien se mostró satisfecho de un semestre que ha afianzado la unión económica.

Zapatero compareció ante el pleno del Parlamento Europeo (PE) una semana después de concluir la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) y repasó los objetivos marcados y alcanzados, con todos los grupos reconociendo el difícil contexto al que se ha enfrentado España.

«El Tratado de Lisboa funciona, lo hemos hecho funcionar; la unión económica avanza, la hemos hecho avanzar; esa es la presidencia española», manifestó en rueda de prensa tras concluir el debate.

Reconoció que decisiones como el rescate de Grecia o el mecanismo de estabilidad financiera que permitirá movilizar 750.000 millones de euros han estado impulsados por la grave crisis, pero advirtió de que nadie puede cuestionar los pasos dados en favor de un gobierno económico europeo.

Entre los avances, destacó las mejoras en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE para poder incluso sancionar a los países que incumplan sus compromisos, una medida que, recordó, propuso España al comenzar el semestre y fue en un principio criticada.

Incluyó también entre sus logros la aprobación de la Estrategia 2020, el impulso al paquete de regulación financiera y la decisión de publicar las pruebas de resistencia de las entidades financieras, un ejemplo de transparencia que, a su juicio, permitirá «restaurar parte de la confianza que se ha puesto en cuestión en este periodo».

Pero los eurodiputados españoles que tomaron la palabra no dieron tregua a Zapatero y cuestionaron su liderazgo europeo haciendo referencia a la crisis española.

De hecho, el jefe del Ejecutivo pasó por alto la mayoría de sus críticas, convencido, dijo, de que muchos hablaban desde la «nostalgia» por no poder participar en el Parlamento español.

Desde el Partido Popular (PP), Jaime Mayor Oreja consideró que Zapatero no podía liderar la solución de la crisis «porque se había convertido en parte del problema», y Luis de Grandes calificó el semestre español de «tristemente irrelevante».

Ramón Tremosa (Convergencia i Unió, CiU) denunció que ha sido Europa quien ha obligado al Gobierno español a salir de su «inmovilismo» y acusó al Gobierno de apoyar «la solución final» para el catalán, pero Oriol Junqueras (Esquerra Republicana de Catalunya, ERC) fue más allá al decirle a Zapatero: «usted y su gobierno constituyen un excelente ejemplo didáctico de por qué deseamos convertirnos en un Estado dentro de la UE».

Por su parte, el europarlamentario de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) Raul Romeva aprovechó su breve intervención para señalar que los catalanes están «profundamente decepcionados» con la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Willy Meyer (Izquierda Unida, IU) criticó la «orientación de fondo» de la política económica de la UE y recordó las huelgas generales en varios países.

Desde los escaños españoles, sólo el socialista Juan Fernando López Aguilar salió en defensa de la presidencia española, un semestre de «resultados» en un contexto «difícil».

El jefe del grupo socialista, el alemán Martin Schulz, fue también uno de los grandes defensores de la presidencia, destacando sus resultados «excelentes» en varios ámbitos y calificándola de «éxito».

Términos similares a los que utilizó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, quien rindió homenaje a España y a Zapatero por una presidencia «muy positiva» a pesar del «contexto difícil» que se encontró.

Hasta el portavoz del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, optó por no ser tan duro como sus correligionarios españoles, reconoció el «duro contexto» en el que le ha tocado operar a Zapatero -con mención expresa del problema del desempleo en España- y citó algunos de los logros del semestre.

Lamentó, sin embargo, que los éxitos se hayan visto «eclipsados por reveses» como la suspensión de las cumbres con Estados Unidos y con los países del Mediterráneo

Respecto a la primera, Zapatero se centró en destacar los acuerdos cerrados con EEUU en materia de lucha antiterrorista y económica y, al citar la segunda cumbre, explicó que se aplazó para evitar un «fracaso» para la UE, dada la conflictividad en Oriente Próximo.

Liberales y Verdes, tercera y cuarta fuerza de la cámara, admitieron también el difícil papel que le ha tocado a España, pero consideraron que Zapatero no ha cumplido los objetivos.

Para el portavoz liberal, Alexander Graf Lambsdorff, el semestre español ha sido como el Mundial de Fútbol de Fernando Torres: «grandes expectativas, pero bastante decepción».

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