Un artefacto explosivo estalló este sábado en una carretera del condado de Armagh, en el sur de Irlanda del Norte, sin causar heridos. El explosivo, que ha provocado un cráter en la vía y ha dejado seriamente dañado un puente, iba dirigido a acabar con la vida de miembros de la Policía norirlandesa, según indicó su jefe, el superintendente Alistair Robinson, en declaraciones a la radiotelevisión pública británica BBC.
La explosión se produjo entre las localidades de Belleek y Cullyhanna, alrededor de las 18.30 horas (en España). Las fuerzas policiales norirlandesas, que ya han abierto una amplia investigación y han solicitado la colaboración ciudadana, consideran lo ocurrido de «extrema gravedad», añadió Robinson.
La explosión de la bomba «fácilmente podría haber causado la muerte de cualquiera» que estuviese atravesando el lugar, apuntó el jefe de la Policía norirlandesa. «Sin embargo, en estos momentos creo que el objetivo auténtico eran mis oficiales. Hubo un intento de atraer a miembros de la Policía a la zona para herirles o matarles», afirmó.
«En este momento no creemos que este incidente suponga ningún riesgo adicional para los ciudadanos, pero sí supone un riesgo significativo para mis oficiales. Esta es la razón por la que estamos tratando lo ocurrido con extrema precaución», dijo Robinson.
«La verdad es que hay personas ahí fuera que tienen una total indiferencia sobre las vidas de los representantes ciudadanos y de mis oficiales. Tomaron la decisión de colocar este artefacto sabiendo muy bien sus potenciales consecuencias mortales».
El diputado de la Asamblea Unionista del Ulster, Danny Kennedy, señaló que «sin dudas fue un atentado para aumentar las tensiones en la zona antes del 12 de julio», la fiesta mayor del protestantismo irlandés. «Creo que el aumento del número de ataques realizados por disidentes es extremadamente preocupante», añadió en declaraciones a la BBC.
