Los rechazados trataban de usar el túnel para salir, mientras que miles de personas empujaban para entrar
Las dos españolas fallecidas por la avalancha humana en la ciudad alemana de Duisburgo durante la celebración de la Loveparade son dos estudiantes del programa Erasmus en la Universidad de Münster (Renania del Norte-Westfalia).
Se trata de Clara Zapater, estudiante de Psicología; y Marta Acosta, que cursaba estudios de Filología Inglesa.
Ambas tenían 22 años y se encontraban en Duisburgo celebrando el fin de curso con una treintena de compañeros erasmus. Tenían previsto regresar a España la semana que viene.
Testigos presenciales expluican que poco a poco ambas se fueron distanciando del grupo dentro del túnel debido a la multitud, y que perdieron los bolsos, en los que llevaban sus móviles y sus identificaciones.
Una de ellas, según este testimonio, llegó a ser trasladada al hospital de la ciudad. La otra fue identificada hace sólo unas horas.
LA AVALANCHA MORTAL
Una estampida humana mató ayer a 19 personas y ha herido a más de 340, algunas de gravedad, en la fiesta tecno Loveparade, que se celebraba este año en la ciudad de Duisburgo, al oeste de Alemania.
Eran las 17.30 cuando el inmenso túnes de la Karl-Lehr-Strasse se conviertió en el infierno. Entre los heridos hay al menos tres universitarios españoles, según ha confirmado el consulado español en Düsseldorf.
Por la tarde, un rato antes, la policía germana había prohibido la entrada de nuevos visitantes a la antigua estación de mercancías donde se celebraba.
Había ya en el lugar más de un millón de personas, muchas cargadas de alcohol, drogas y fiebre musical.
Cientos de jóvenes, enfadados ante la perspectiva de quedarse fuera, trataron de colarse saltando vallas o buscando entradas laterales.
El túnel de la tragedia -con anchura suficiente para permitir el paso de varios camiones a la vez- se convirtió en un embudo por el que muchos creían poder entrar a la fiesta y otros trataban de alejarse del recinto siguiendo las instrucciones de la policía.
El subterráneo estuvo abarrotado durante más de una hora. La falta de aire y el sofoco provocaron decenas de desmayos. Hacia las cinco de la tarde, cerca de una entrada del paso, se desató el pánico.
Varias personas cayeron al vacío, desde una escalera de emergencia, cuando intentaban colarse en la fiesta. Ver desplomarse varios cuerpos desde ocho o 10 metros de altura aterrorizo a los que estaban abajo y actuó como detonante en la estampida de los que se hacinaban en el túnel.
Mientras la tragedia se consumaba en el túnel, la fiesta continuaba en el recinto. Los organizadores optaron por no informar a los asistentes para evitar nuevos incidentes o brotes de histeria masiva.
Muchos en la Loveparade, expresión máxima (en número de visitantes) de la cultura rave de los noventa, consumen drogas ilegales y beben cuantioso alcohol.
Un gabinete de crisis de la ciudad de Duisburgo decidió «por razones de seguridad» no suspender el evento tras el desastre, según declaró el portavoz del Ayuntamiento, Frank Kopatschek.
Los teléfonos móviles y el boca a boca extendieron la noticia. Poco a poco, los visitantes fueron abandonando el recinto por las salidas de emergencia, pero a las ocho de la tarde seguía sonando la música tecno.
El recinto donde se celebró la funesta Loveparade de 2010 era demasiado pequeño para el enorme número de aficionados que suelen acudir a la llamada del tecno veraniego. Caben unas 400.000 personas y allí conevergieron mucho más de un millón.
La frustración de quedarse fuera de la fiesta, combinada con el alcohol y las drogas, contribuyó sin duda a la tensión que culminó en la tragedia. Había en la Loveparade 1.200 policías: uno por cada mil fiesteros, según algunas estimaciones.
LOS SUPERVIVIENTES CULPAN A LA ORGANIZACIÓN
Los supervivientes de la estampida mortal de ayer en la Loveparade de Duisburgo en la que fallecieron 19 personas culpan de las muertes a los organizadores.
Los testigos critican que solo se abriera una entrada a través de un túnel y sostienen que ya habían advertido a la policía del riesgo de una aglomeración excesiva.
El acalde de Duisburgo, sin embargo, ha señalado en una rueda de prensa que aún es pronto para culpar a alguien del suceso.
El organizador ya ha anunciado que no se va a celebrar ninguna Loveparade más.
FIESTA DEL AMOR ITINERANTE
Hasta 2006, el Desfile del Amor fue una de las grandes atracciones turísticas de Berlín. En 1989, un grupo de DJ berlineses en torno a Matthias Roeingh (DJ Dr. Motte) convocó una manifestación legal bajo el lema «Friede, Freude, Eierkuchen» (Paz, alegría, tortitas: una frase hecha que suele usarse para denotar la carencia de, por lo menos, las dos primeras).
En 1999, la Loveparade alcanzó la marca del millón y medio de visitantes. De ser un acontecimiento alternativo y marginal de jóvenes dados a las drogas de diseño, había pasado en 10 años a convertirse en un fenómeno masivo.
Un desfile como los de Disneylandia donde podían verse familias enteras con los niños a hombros.
En cualquier caso, sirvió para apuntalar la todavía hoy floreciente cultura de clubes y fiestas tecno en la capital alemana. En 2001, el Ayuntamiento berlinés dejó de considerarla una manifestación política, de modo que los organizadores asumieron los costos de limpieza y seguridad.
En 2007, la fiesta se fue a Renania del Norte-Westfalia. Las ciudades de la cuenca del Ruhr sustituyeron a Berlín como sede de la mayor fiesta tecno del país. La primera fue Essen.
El año pasado, Bochum canceló su Loveparade por falta de espacio para su organización. La de ayer fue la primera edición de la fiesta que se celebra en un recinto cerrado.
RETO ORGANIZATIVO Y CAOS MUSICAL
Una celebración de semejante tamaño es un reto de organización para una ciudad de menos de medio millón de habitantes como Duisburgo.
La afluencia fue masiva y llegó a duplicar el padrón municipal. Por eso, los camiones con los DJ y la música no transitaron por las calles de la localidad, como se había hecho en todas las ediciones anteriores, sino que se quedaron en el recinto festivo.
La antigua estación de mercancías estaba rodeada por vallas metálicas. Al parecer había un solo acceso.
El túnel de la tragedia confluía en la entrada principal. Los rechazados trataban de usarlo para salir, mientras que miles de personas empujaban para entrar.
Un testigo contaba por teléfono al canal de noticias N-TV:
«Algunos estaban ya en el suelo, otros trataban de trepar por los muros para entrar en el recinto. Las masas de gente empezaron a pasar por encima de los que estaban en el suelo, es decir: un verdadero pánico de masas».
LA CANCILLER MERKEL
La canciller Angela Merkel se solidarizó por la noche con las víctimas del incidente:
«Me siento triste y espantada por el dolor y el sufrimiento de las familias».
El presidente federal, Christian Wulff, ha pedido que se aclaren «completamente las causas y las responsabilidades de la «horrible catástrofe«.
OTRAS TRAGEDIAS Y OTROS PÁNICOS
- – 9 de febrero de 1981. El retraso en el sistema de apertura de las puertas del estadio del Olimpiakos griego provocó la muerte de 21 personas. La mayoría perdieron la vida por asfixia o aplastamiento.
- – 20 de octubre de 1982. Murieron 340 personas y otras 1.000 resultaron heridas tras la estampida en el estadio Lenin de Moscú, durante el partido de Copa de la UEFA que disputaban el Spartak moscovita y el Haarlem holandés.
- – 29 de mayo de 1985. Un enfrentamiento entre hinchas ingleses e italianos durante la final de la Copa de Europa que disputaban Juventus y Liverpool en el estadio Heysel de Bruselas provocó la muerte de 39 personas y heridas a 450.
- – 15 de abril de 1989. En el estadio de Hillsborugh (Reino Unido) fallecieron 95 personas y 170 resultaron heridas. Las muertes se produjeron por la saturación de uno de los graderíos en el partido Liverpool-Nottingham.
- – 30 de mayo de 1999. 52 muertos en Minsk (Bielorrusia) cuando estalló una tormenta en medio de un concierto de rock y miles de personas trataron de alcanzar el metro.
- – 4 de diciembre de 1999. Cinco jóvenes mueren y 35 personas resultan heridas en la estación invernal de Innsbruck (Austria). El pánico se desató tras el hundimiento de una valla cuando ya había terminado la competición.
- – 1 de julio de 2000. Ocho jóvenes fallecieron y 26 resultaron heridos en un concierto celebrado en Roskilde (Dinamarca). Los hechos ocurrieron cuando una multitud trató de acercarse al escenario durante la actuación del grupo estadounidense Pearl Jam.