El ex representante de Política Exterior de la UE Javier Solana ha dicho hoy que «a los ciudadanos europeo no se les puede expulsar de un país europeo» y ha lamentado que la Cumbre de la UE se centrara en si una comisaria «había dicho una frase más alta que otra» y no en si es legal que Francia expulse a los gitanos.
«Las normas europeas están para ser cumplidas», ha señalado Solana durante la rueda de prensa de presentación de su libro -«Reivindicación de la política» de la editorial Debate- en el que realiza un «primer recuento» de sus más de veinte años de experiencia como político en ejercicio en la escena internacional.
Ha asegurado que le produjo «tristeza» que el último Consejo Europeo celebrado en Bruselas no se concentrara en la «ilegalidad» de la expulsión de los rumanos de etnia gitana que Francia está llevando a cabo y no en las declaraciones de la comisaria de Justicia, Viviane Reding, comparándola implícitamente con la práctica de deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
«Que quede muy claro el orden, la primera fase es cumplir la ley, la segunda, ver si hay que criticar o no a una persona que puede haber dicho un comentario. No es lo mismo», ha apostillado.
Preguntado por el apoyo dado por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente francés, Nicolás Sarkozy, en el Consejo Europeo, Solana ha hecho hincapié en que es «mucho más importante la posición del Gobierno español en la práctica» en este asunto que «cualquier declaración que se hiciera»
«Este país ha tratado este tema infinitamente mejor que la media de los países europeos», ha sentenciado.
Ha admitido que Reding «quizá fue demasiado lejos» cuando comparó las expulsiones francesas con las deportaciones de determinados grupos étnicos llevadas a cabo durante la Segunda Guerra Mundial y ha señalado que es «una mujer intrépida».
Solana ha repasado su trayectoria en la política exterior y ha dicho que lo que mas le ha «frustrado, sentimental y afectivamente» es «no haber sido capaz de haber visto» la paz en Oriente Medio durante su mandato como representante de la UE.
Se ha referido a la guerra de Afganistán -«una gran equivocación, ha considerado- y ha recomendado la celebración «en el más breve plazo posible» de una conferencia «de los muchos países vecinos» del país asiático «que tienen intereses comunes muy, muy importantes».
Ha eludido entrar en la política nacional, aunque ha asegurado que a Zapatero le echa «todas las manos que me pide, las que me ha pedido y me pedirá, si es que me las pide» y ha defendido el proceso de primarias como «mejor fórmula para resolver diferencias» y aunque «haya pisotones».
