El presidente de Chechenia, Razman Kadirov, ha asegurado que existe «un conflicto interno» en los grupos separatistas que podría conducir a que los milicianos se maten los unos a los otros, al tiempo que ha estimado que, en la actualidad, sólo quedan unos 70 insurgentes en este territorio ruso.
En su opinión, en este territorio ruso sólo continúa existiendo «un pequeño grupo de miembros de formaciones armadas ilegales» integrado por entre «50 y 70 personas», según ha informado la agencia oficial rusa RIA Novosti.
Tras el atentado terrorista en las proximidades del Parlamento checheno este miércoles, Kadirov ha subrayado que los milicianos carecen de apoyo social y que los ciudadanos les «maldicen» por las acciones que cometen.
«Tenemos información fiable sobre un conflicto interno que está ganando peso entre los milicianos y que, eventualmente, podría llegar a provocar que se liquiden los unos a los otros», ha considerado.
Según datos facilitados el jueves por el ministro del Interior checheno, Muslin Isayev, al menos 75 milicianos, incluidos tres líderes, han sido eliminados por las fuerzas gubernamentales rusas desde el inicio de 2010 en Chechenia
