España, en el furgón de cola de respuesta humanitaria

La ayuda humanitaria de los gobiernos está cada vez más condicionada por intereses políticos, según un informe publicado este martes por la organización independiente DARA, que ha analizado la respuesta de 23 gobiernos donantes del mundo desarrollado, incluido el de España, en catorce crisis humanitarias que recibieron más del 60 por ciento de la financiación mundial de este tipo en 2009.

Según el Indice de Respuesta Humanitaria (HRI, por sus siglas en inglés) 2010, los intereses políticos condicionaron la ayuda en diez de esas catorce crisis. Por ello, DARA insta a los gobiernos a «volver a lo esencial», apoyando una ayuda humanitaria neutral e independiente, basada en proporcionar asistencia y protección a poblaciones afectadas, e invirtiendo mas esfuerzos en prevención.

El informe, presentado en Bruselas durante las Jornadas Europeas sobre Desarrollo organizadas por la Comisión Europea y la presidencia belga de la UE, revela que un «número significativo» de las organizaciones humanitarias cree que los gobiernos donantes no separan la ayuda humanitaria que prestan de sus propios objetivos políticos, económicos o militares.

El director general de DARA y vicerrepresentante especial del secretario general de la ONU en República Democrática del Congo, Ross Mountain, señala que «las agendas políticas han obstaculizado ayuda humanitaria esencial para millones de personas necesitadas».

El estudio también indica que Dinamarca, Irlanda y Nueva Zelanda lideran la lista del HRI este año, seguidas por Noruega, Suecia y la Comisión Europea. Según DARA, estos donantes destacan del resto por «priorizar las necesidades de las personas en zonas de crisis y mantener su ayuda independiente de otros objetivos». España ocupa el puesto número 17 de la lista, por debajo de la media.

Además de impedir que se proporcione a la población civil la asistencia y protección que merece, la politización de la ayuda supone, según el informe, «un riesgo para la seguridad de muchos trabajadores de organizaciones humanitarias», ya que en muchos lugares este personal «ya no es percibido como un actor neutral, imparcial e independiente».

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, advierte en el prólogo del estudio de que, «en la última década, los ataques contra trabajadores humanitarios, tanto internacionales como locales, se han multiplicado por tres».

Por ejemplo, en los territorios palestinos, Afganistán, Somalia y Sudán, la agenda política y de seguridad de los gobiernos donantes y del país en crisis a menudo «dificultaron la tarea de las organizaciones humanitarias de proporcionar asistencia a poblaciones vulnerables», dice el informe, que considera «especialmente preocupante» la falta de protección efectiva a civiles en crisis humanitarias.

La representante especial de la ONU para la Violencia Sexual en Conflictos, Margot Wallstrom, recuerda que «la responsabilidad fundamental de proteger a los ciudadanos de la violencia es del Estado, no de Naciones Unidas o cualquier fuerza de paz». «Los gobiernos donantes deben imponer condiciones más duras a los países que no asumen esta responsabilidad», añade.

ESPAÑA

A pesar de encontrarse en el puesto 17 del HRI, España ha realizado «grandes progresos» al aumentar su apoyo a los organismos multilaterales como Naciones Unidas y, en particular, el Fondo Central de Emergencias de la ONU, convirtiéndose en uno de los donantes más importantes en cuanto al volumen de la ayuda.

Si se compara la actuación de España con la de otros donantes del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se constata que está «en gran medida por debajo de la media» en los cinco pilares o áreas de buenas prácticas analizados, con la excepción del pilar 2 (prevención, reducción de riesgos y recuperación), donde se encuentra por encima de la media, y el pilar 1 (respuesta a las necesidades), en el que se sitúa en la media.

En 2009, la Ayuda Oficial al Desarrollo de España disminuyó en términos absolutos un 4,5 por ciento respecto a 2008. Sin embargo, como su PIB también se ha reducido debido a la crisis financiera, su ratio AOD/PIB ha aumentado del 0,45 por ciento en 2008 al 0,46 en 2009.

La ayuda humanitaria representó el 9,3 por ciento de su AOD el año pasado, y España destinó unos 7 euros a ayuda humanitaria por cada habitante, el 0,031 por ciento de su PIB.

Otros datos que destaca el informe sobre España es que se sitúa por encima de la media en el Grupo 3 del informe –del que forma parte junto con Austria, Bélgica, Francia, Italia, Japón y Portugal por el patrón de sus resultados– en lo que respecta a su ayuda a la reconstrucción y la prevención, la promoción y el respeto de la legislación en materia de Derechos Humanos y la participación de los beneficiarios en la observación, evaluación y programación de la ayuda.

En cambio, está por debajo de la media en la financiación de ONG –representa menos del 1 por ciento total de su ayuda–, en el apoyo a los mecanismos de mitigación y en iniciativas de rendición de cuentas en el sector humanitario. Por ello, DARA recomienda a España que revise la puntualidad de su financiación, que ofrezca un mayor apoyo económico a las ONG y que se plantee aumentar su participación en las iniciativas de rendición de cuentas.

LA AYUDA SE REDUJO UN 8% DE 2008 A 2009

En 2009, los 23 gobiernos donantes analizados aportaron más de 11.000 millones de dólares en ayuda humanitaria, lo cual supone un descenso de alrededor del 8 por ciento respecto al año anterior, y se esperan mayores recortes en 2011. La ONU ha solicitado para el próximo año 7.400 millones de dólares para operaciones humanitarias.

Mountain reconoce que los gobiernos donantes «están realizando esfuerzos importantes para salvar vidas en crisis y catástrofes» pero subraya que deben comprometerse más con «los principios humanitarios básicos acordados» si quieren «maximizar el impacto de la ayuda».

Entre noviembre de 2009 y junio de 2010, los equipos del HRI fueron a los países estudiados en el informe y entrevistaron a 475 representantes de alto nivel de ONG que trabajan allí. También se reunieron con representantes de las autoridades y organizaciones de la sociedad civil de cada país y hablaron con más de 75 representantes de los gobiernos donantes.

Los países incluidos en el estudio de DARA –que tiene como objetivo mejorar la calidad y la eficacia de la ayuda a las poblaciones vulnerables– son Afganistán, República Centroafricana, Colombia, República Democrática del Congo, Haití, Indonesia, los territorios palestinos, Pakistán, Filipinas, Somalia, Sri Lanka, Sudán, Yemen y Zimbabue.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído