El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha afirmado que los magistrados representan «una patología italiana» y ha subrayado que los organismos judiciales «han superado su ámbito constitucional» hasta convertirse en un verdadero «poder judicial».
Berlusconi ha realizado estas declaraciones en conferencia de prensa en Berlín en la víspera de la votación del recurso de inconstitucionalidad presentado por la oposición ante el Tribunal Constitucional contra el denominado ‘Legitimo impedimento’, que ha permitido suspender los tres procesos legales contra el ‘premier’ transalpino.
El Tribunal Constitucional tendrá que decidir mañana si aprueba el recurso de inconstitucionalidad sobre el decreto promovido por el ministro de Justicia, Angelino Alfano, que suspende los procesos presentados ante la magistratura italiana contra los altos cargos del Estado mientras durara su mandato.
El llamado ‘legítimo impedimento’ ha permitido suspender los tres procesos que se han interpuesto contra Berlusconi, dos por sus empresas Mediaset y Mediatrade y otro por corrupción política, el llamado ‘caso Mills’.
Según informa el diario ‘La Stampa’, el primer ministro se ha declarado «indiferente» ante el veredicto porque «no tendrá ninguna consecuencia sobre el Gobierno» y no hay «ningún peligro para la estabilidad del gobierno sea cual sea la decisión del Tribunal» sobre el decreto.
Por otra parte, Berlusconi ha afirmado que el ‘legítimo impedimento’ es una iniciativa «aprobada por los grupos parlamentarios» y ha sostenido que le es «indiferente» si se suspenden los procesos o no.
El primer ministro ha declarado que los procesos «son ridículos» y que las acusaciones «son inexistentes». Además ha repetido que «ha jurado sobre sus hijos» que es «totalmente inocente» y que explicará a los italianos «de qué cosa se trata».
En opinión del ‘Cavaliere’, los organismos judiciales italianos «han superado su ámbito constitucional» y se han convertido en un verdadero «poder judicial».
Por otra parte, el primer ministro ha afirmado que «una gran coalición en Italia no es posible» y ha rechazado la oferta de su antiguo aliado y actual líder del partido Futuro y Libertad, Gianfranco Fini, de crear «un gran pacto por la emergencia» de la situación política.
Según ha explicado Berlusconi, la oposición «está dividida, sin líder, sin proyectos y sin ideas» y ha sostenido que no ve en los otros partidos «ninguna persona que pueda ser tomada en serio».
El primer ministro ha señalado que es «irreal» la hipótesis de un nuevo cambio económico en Italia» y ha asegurado que las cuentas públicas «mejoran».
